"Una imagen una historia"

Rocío era intranquila, soñadora, siempre estaba inventando algo, nunca podía estar quieta, en las mañanas iba a la escuela y al regresar a casa salía a correr por el campo donde vivía, allí tenían toda clase de animales y también muchos árboles, ella era feliz en aquel lugar, sus padres se cansaban solo de verla ir de un lado a otro con tanta energía, pero eran felices al verla tan feliz.

Así pasaba su día, al llegar la tarde se ponía a hacer las tareas y luego ayudaba a su madre con la cena y algunas labores del hogar, la familia se sentaba a la mesa y mientras cenaban platicaban de todo lo que se les ocurriera, se oían las risas de todos, toda una algarabía, aunque eran solo ellos tres, mamá, papá y Rocío.

^{Imagen tomada de la publicación de @franyeligonzalez}

Aquella tarde era diferente, Rocío llegó de la escuela, pero no salió al campo, estaba extrañamente agotada, se recostó un momento, pero se quedó profundamente dormida y se despertó para cenar, sus padres estaban muy preocupados, pues no era habitual en ella, así que al siguiente día no la dejaron ir al colegio, sino que la llevaron al medico para que la evaluara, fue un día de muchas preocupaciones.

Debian esperar unos días a que les dieran los resultados del laboratorio y que el medico los analizara, el cual quedó en llamarlos cuando los tuviera y tuviera un diagnostico de lo que le sucedía a Rocío, sus padres pensaron que tal vez sería una anemia, pues ella comía poco y se la pasaba todo el día correteando, eran sus pensamientos de aliento para no pensar en algo peor.

Llegó el día en que recibieron la llamada del doctor, pero no les dijo nada por teléfono, los citó para el siguiente día, les dijo claramente que vinieran solos, que mandaran a Rocío a la escuela como siempre y ellos vinieran a la consulta, pues así lo hicieron.

El doctor los pasó al consultorio, su cara evidenciaba que no eran buenas noticias, y en efecto así era, Rocío había desarrollado un tipo de cáncer en la sangre del que hasta ahora nadie había tenido buenos resultados, lamentablemente no había nada que hacer, ni siquiera había tratamiento para curar, sino para contrarrestar los síntomas, pero eran tratamientos muy invasivos, que afectarían la calidad de vida de sus últimos días.

Los padres decidieron no hacerle ningún tratamiento y tampoco decirle nada a Rocío, así ella viviría el tiempo que Dios le permita, disfrutando de su vida como siempre, devastados se fueron caminando a casa, en el camino mientras lloraban iban poniéndose de acuerdo en tratarla igual que siempre, en no decirle nada, en tratar de que sea feliz.

Al llegar a casa ya Rocío había llegado de la escuela y estaba jugando debajo de la mesa del comedor, ellos no se percataron de eso y ella los escuchó hablando de todo lo que había dicho el médico, quedó impactada, pero a su corta edad, apenas 14 años, Rocío tomó la decisión de no decirle a sus padres que los había escuchado, ella también tenía una misión, hacerlos felices mientras ella viva.

Así que tanto sus padres como Rocío se dispusieron a hacer feliz al otro, nunca se dijeron la verdad, vivían cada día como si fuera el ultimo, todos los días tenían motivos para reír y celebrar, estaban vivos y juntos, así pasaron los días, los meses y los años y se ocuparon tanto de ser felices que se olvidaron de aquel fatídico diagnóstico.

Y claro, Rocío murió, pero murió de viejecita, siendo madre de tres hijos y abuela de ocho nietos, demostrando lo poderoso y sanador que es el amor, que, si nos ocupamos en lo que queremos y no en lo que no, la vida cambia para bien, simplemente hay que vivir y ser felices, para que cuando el tiempo de partir llegue, nos encuentre sonrientes, felices y sin arrepentimientos.

Esta es mi participación en el concurso de la amiga @franyeligonzalez, quien nos invita una vez mas a crear a partir de la imagen dada, anímate a participar, acá te dejo el enlace

Invito a los amigos @casv, @dulcem05 y @esthersanchez

Gracias por leerme, te deseo salud y bienestar; además de éxito en todos tus proyectos de vida.

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