Era un pueblo pequeño en una zona montañosa se sentía el frío por la cercanía de la humedad, no estaba muy habitado y esto le permitía a las personas relacionarse todos entre si, siempre estaban en constante pelea los habitantes venían y se quitaban las cosas, algunos decían que eran de escasos recursos y que estaban cansados de vivir así, en ese pueblo todos vivían amargados y eran egoístas, las personas del pueblo no prosperaban, criaban cabras y vivían quejándose.

Al pueblo llego una familia que venia de una región diferente con otras creencias esa familia eran unidos, vivían en armonía y paz, ellos tomaron el control de enseñar a los demás que deben sembrar pensamientos alegres y de bien y luego recogerán frutos a su debido tiempo, estos frutos son ni mas o menos que los sucesos de acaecer en nuestras vidas según pensamos, sentimos, así actuamos y de esta manera son los sucesos que nos salen al encuentro en la vida, debemos perdonar a todas aquellas personas que nos hacen mal y perdonarnos a nosotros mismos, limpiar nuestra alma y veremos la vida de otro color, todo fluirá para bien.

Todos en el pueblo a raíz de las enseñanzas que trajo esta familia los habitantes se perdonaron de corazón y todo comenzó a cambiar ahora todos vivían en armonía y compartían ya no había ya ni rencor, ni egoísmos y comenzaron a prosperar.