Weekly Contest, "Creating Stories Week #13". /Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #13". 🌞La Ráfaga🌞

Otro día comienza y es exactamente igual al anterior. El discurso que debería levantarte el animo ahora me parece conformista. Llevo 18 años escuchándolo, hoy más que nunca me siento enfermo al escuchar esas palabras.

—Hace 33.789 años que nuestros fundadores nos trajeron a la caverna.

La voz de la alcaldesa me hacia doler la cabeza, no tenía que recordarnos que somos prisioneros debajo del suelo. No por la generosidad de nuestro líder, sino por la maldad del ser humano. Mi abuela me contó la verdadera historia.

—Los humanos somos avariciosos, con el fin de estar bien. Arruinamos el planeta y la naturaleza solo busco el equilibrio— tosió muy fuerte, hace días que lo hacia —. No culpes al sol—

Sus palabras siempre me acompañaran, ella murió ese día. El sol calentó la tierra tanto que la superficie era inhabitable. Nuestros nobles antepasados se internaron bajo tierra y ahora unos 9 mil años después, seguimos aquí.

El día de hoy tengo que ir a trabajar, ya no soy un niño y no puedo vivir de la caridad de la gente. Mi abuela no tenía nada que dejarme, más que personas amables que cuidaron de mi. Es hora de devolver el favor.

La reparación de paneles solares es el trabajo mas peligroso, pero quería hacer lo que mi padre hizo. Murió en la superficie de la forma mas horrible, pero yo quiero salir. Se que es peligroso y suena absurdo, no puedo evitarlo.

—Mika.

Sabia que era Janice quien venia de nuevo a convencerme de no ir, los trajes se hacían cada vez mas defectuosos y mis ojos no soportarían la luz. Estaría ciego en menos de una semana. No le hice caso.

El calor te hacia sudar, el traje protegía menos a cada hora y los lentes apenas te tapan la la luz, pero no puedo encontrar una sensación mejor en mis 18 años de vida. Tal vez si estoy enfermo, como Félix solía decir. Soy un amante del sol.

Estaba limpiando la arena de los paneles cuando lo escuche, la alarma de ráfaga solar. Nos enseñan el protocolo, solo debes correr lo más rápido posible y entrar a la cueva antes que la suerte se cierre. Fácil de decir, pero somos 20 y aquí se trata de sobrevivir. Lo esperé y aun así mi sorprendí cuando ni como uno era dejado atrás.

El viejo Munch apenas podía con su trabajo, pero si el no lo hacia no podrían comer. Mi propia abuela trabajo en la hileria hasta su muerte. Mi corazón se rompió y volví por él. La puerta se cerraba y solo lo lancé. Atrapado junto a la ráfaga moriría igual que mi padre y por primera vez pensé que en realidad no quería morir. Reía histérico poniéndome de rodillas, pero nada paso. Abrí los ojos y seguía vivo.

Me atreví a quitarme los guantes, la sensación del calor del sobre mi piel me hizo jadear. Era casi mágico. La arena se sentía diferente, el aire tenía un olor maravilloso y yo estaba vivo. El mundo exterior no era el hervidero radiactivo que nos dijeron. Era un desierto si, pero era hermoso.

La realización cayo sobre mi como una roca, por qué si la ráfaga no me había matado a mí, tampoco mato a mi padre. Las palabras de mi abuela rezonaron en mi cabeza de nuevo.

No culpes al sol.

Bueno aquí otra entrada para este maravilloso concurso n.n súper tarde, pero no había tenido internet para publicar. Espero que aun tenga oportunidad de participar y que les guste mi historia. La hice con mucho amor.