_{Realizado en Canva / por @fjjrg / Venezuela}

Un gran saludo a todos los amigos de la comunidad World of Xpilar. Paso para dejar mi participación en este concurso de escritura titulado "Una imágen, Una historia". Espero que sea del agrado de todos uds. Invito a mis amigos @josevas217 @albaandreina @naka05 @rmm31 @yolvijrm @inspiracion @tocho2 @albenis.

_{La imagen de la historia}

Estaba en camino a mi próximo destino, soy un aventurero incansable, me apasiona el viajar por el mundo, conocer sus historias, convivir con la gente nativa de cada región. Mi mejor manera de hacerlo es caminando, atravesando sus bosques, sus montañas, sus ríos, desiertos, llanos. Busco el equilibrio entre la naturaleza y el ser humano.

Estoy en las montañas, frío, vientos, mucho verdor, me adentro en lo que llaman "El valle del silencio". Una zona a casi 4000 mts de altura, no hay carreteras, solo un fino sendero que rara vez es transitado. Tengo información de una comunidad que vive en lo alto de estas montañas y donde nadie habla, algo sumamente extraño ya que el ser humano es un ser sociable por naturaleza, y parte de ser sociable es precisamente hablar para poder comunicarse.

Ya llevo 4 horas caminando, subiendo, me falta menos de una hora para llegar al lugar, pero no he escuchado nada, tampoco he visto ningún rastro de civilización alguna, a pesar de ser el único sendero, practicamente es tierra virgen.

Una ventisca repentina, con una lluvia fuerte, fría, me obligó a buscar el abrigo de unas rocas, veía como la visibilidad se iba disminuyendo poco a poco, pasaron 2 horas antes que pudiese retomar el camino, pero al hacerlo noté que todo había cambiado, no era el mismo lugar, no había frío, el verdor era más intenso, ví unos niños que venían corriendo hacia mí, reían, un sol coronaba un hermoso cielo muy celeste, se sentía paz y armonía en ese lugar.

Los niños tomaron mis manos y me llevaban hacia el centro del poblado, varias chozas hechas de paja y barro, mujeres que preparaban algunas comidas en fogones, hombres que traían frutas y verduras del campo, una anciana estaba parada en el centro, los niños me llevaban a ella.

• Fran, ¡por fin has llegado! sé bienvenido.

Pero, ¿cómo sabe mi nombre?, nadie sabía que yo vendría a este sitio, un momento, ¿quién dijo eso?, esa era la voz de la anciana, pero no movió siquiera los labios, no abrío la boca para nada, solo me miraba y reía. De pronto extendió sus brazos como para abrazarme.

• No temas, deja que tu conciencia hable por tí, abre tu mente, estás a salvo.

No podía creerlo, la anciana no movía la boca y yo podía escucharla perfectamente, no entendía, algo estaba pasando.

• Tranquilo, pronto encontrarás respuestas a todas tus preguntas, pero antes, acepta esta ofrenda de Bienvenida.

En cuestión de muy pocos segundos, había una niña que me ofrecía un vaso de bambú, escuché muy claramente cuando la niña me dijo:

• Bebe, esto te reconfortará, eres de los nuestros. Sé bienvenido de nuevo.

El asunto es que tampoco abrió la boca, no la vi gesticular sonido alguno. Tomé la bebida, con mucha calma y confianza la bebí, despacio, cada trago me hacía ver imágenes de un pasado, mi juventud, mi niñez, más atrás. Visualicé la misma comunidad, un águila volando, el anuncio de un nuevo hijo, vi a un bebé que era presentado al cielo y el águila se acercaba, se posó a un lado, abrió sus alas en todo su esplendor y dió un grito. "Jiak, Jiak, Jiak", retumbó tres veces antes de remontar su vuelo.

Pero, ¿qué significaba todo eso? La anciana me miró, levantó sus brazos hacia el cielo, todos los miembros de la aldea se acercaban, tenía cerca un Tótem con la figura de un águila, me acerqué a ver, al tocarlo, todos miraron hacia el cielo, se escuchó un grito intenso "Jiak", al mirar hacia el cielo ví un águila hermosa, enorme, venía volando hacia mí, en otras circunstancias yo habría hechado a correr, pero algo me hacía confiar.

El águila se posó sobre el tótem, me miró fijamente a los ojos y yo a ella, era increíble, sentía que ya había tenido este encuentro, me acerqué, ella extendió sus alas como nunca y gritó tres veces un profundo "Jiak, Jiak, Jiak" me abrazó con sus alas y fue cuando sentí mi alma vibrar, sentí que era verdaderamente libre.

_{Imagen de Kevin en Pixabay}

Desde entonces, siento que volví a casa, a mi lugar de origen, donde vivo en cuerpo y alma, en el valle del silencio.

Invito a todos a formar parte del #club5050 y de esta forma puedan potenciar sus ganancias! Es una gran oportunidad para invertir en tu propio futuro, en el de la comunidad y en la plataforma.

Te esperamos, crezcamos juntos!

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