Era un día esperado por un grupo de personas, parientes y amigos que se encuentran en la playa de un pueblo, dispuestos a buscar otro destino. Deben salir al atardecer porque no es un paseo con retorno, como cuando los pescadores salen al mar, para regresar con la pesca y juntos celebrar.

Esta vez solo buscan escapar del país, que fue su tierra natal. Era un lugar hermoso, lleno de oportunidades, donde se podía trabajar pero ahora sus familias se están muriendo de hambre.

Es un día de junio y ha llovido mucho pero ninguno quiso aplazar el viaje, lo habían planeado tanto tiempo y lo cumplirían esa tarde. Las nubes estaban hermosas destellando en el cielo, con un tono rosado crepuscular. Y allí, en la orilla del puerto solo escuchan risas y suspiros, porque los viajeros estaban llenos de emoción buscarían un nuevo amanecer y el porvenir para sus hijos.

Con lágrimas en los ojos se despidieron, pero todos prometieron algún día volver a su pueblo, del que hoy la situación los estaba obligando a salir. Así pasaron las horas y todos quedo tranquilo en aquella playa, ya los amigos se han ido y todos regresaron a casa.

A la mañana siguiente los niños jugaban en la orilla, y muy emocionados recogieron trozos de madera que encontraron, porque para leña les serviría. Cuando lo llevaban a casa, un vecino que los vio, les pregunto, que donde lo habían encontrado.

Los niños dijeron que estaban en la orilla, el señor cambio su semblante su cara se tornó pálida, y gritando llamo a los vecinos, fueron al puerto y salieron en sus embarcaciones a buscar a sus amigos que la tarde anterior se habían ido.

Pero, solo encontraron trozos de aquel velero y los cuerpos flotando sin vida, se llenaron de dolor al ver aquella escena y regresaron a casa con sus hermanos y amigos en brazos que sufrieron el destino de muchas personas que salen de sus hogares obligadas a emigrar de su país sin saber que les espera, en el camino recorrido.

SALUDOS Y BENDICIONES