¡Fue una noche dura! Las aguas turbulentas del mar y las olas furiosas empujaron a la embarcación hasta una destino desconocido.

El capitán, no tuvo más remedio que soltar el timón y dejar el barco a merced de la ira inclemente del mar.

Al amanecer, ya había pasado la gran tormenta, y los poco tripulantes del barco, se encontraban desconcertados, porque no sabían donde estaban anclados.

Pero a lo lejos, se veían varios islotes con una forma extraña, parecían pirámides erguidas que se entrecruzaban sobre fuertes rocas cubiertas de diminutas algas, ¡tan verdes! que daba la impresión que el agua no las alcanzaba.

Uno de los marinos, le dijo al capitán que le diera permiso para salir a explorar. Decidieron primero buscar en el mapa para saber dónde se encontraban, pero la brújula dislocada no los ayudaba, así que tuvieron que prepararse para salir a la encrucijada.

Al principio, todo parecía normal, las olas chocaban sobre las rocas en un vaivén suave, la brisa fresca con la humedad del salitre los envolvía.

¡Pero en un instante ! ocurrió algo extraño, las aguas parecían detenerse! el aire salino ya no se sentía pasar y la tierra comenzó a temblar, fue entonces cuando sus miradas como sincronizadas divisaron al barco.

Pero, todos quedaron sorprendidos al ver que la embarcación de donde habían bajado estaba rodeada de inmensas rocas que no sabían cómo habían llegado.

Aún así, continuaron su expedición para buscar respuestas, pero al llegar al primer peñasco se percataron que sobresalían las puntas de un ancla como que provenían de un barco.

Observaron los otros islotes y los invadió el escalofríos, cuando se dieron cuenta que aquel lugar parecía un cementerio de barcos cubiertos de rocas y algas que los hacia parecer islas.

Pero ¿dónde estaban los otros marineros? ¿Cual había sido el destino de sus tripulantes? Todos se preguntaban exaltados y temerosos.

No quisieron perder más tiempo, y volvieron al lugar donde estaba su embarcación y fue cuando observaron que allí estaban sus cuerpos, todos habían muerto y sus almas intentaban buscar respuesta de la terrible trajedia que los llevo a ese cementerio.

Fue entonces cuando lograron ver a los demás tripulantes cuyas almas yacen en ese hermoso, pero inhóspito lugar perdido en el mar.