Concurso Creando Historias semana #22: El pequeño héroe de mamá por @evangaby

Hola a todos me complace participar en este concurso, de historias libres, le agradezco a @adeljose por organizarlo y darnos la oportunidad de crear historias. Espero que les guste mi participación, saludos.

Yo vivía en el cielo junto a dios y mis hermanitos, somos los angelitos de dios. Él es un ser maravilloso y bondadoso, siempre nos había contado historias muy bonitas de los angelitos que habían bajado a la tierra y allí tenían una familia que los quería y los cuidaba.

Yo siempre había querido bajar y conocer a esas personas que dios llama mama y papa. Un día dios me llamo a solas y me dijo que era mi turno de tener una familia, yo me emocione mucho, sin embargo dios me dijo que me asignaría una misión pues la persona que yo llamaría mama necesitaba mi ayuda y yo debería salvarla. Me sentí aún más dichoso al saber que iba a ser un héroe en la tierra y que gracias a mi alguien estaría a salvo. Yo estaba listo para partir, a pesar de que era muy feliz allí, me emocionaba mucho poder vivir en la tierra.

Me despedí de todos y le asegure a dios que cumpliría la misión que me había encargado. Llegue a mi destino, era un lugar muy cálido y no podía ver nada, pero si escuchaba y sentía todo, incluso sentimientos que no eran del todo míos. Ya había escuchado que así sería los primeros nueve meses de mi vida. Lo llamaban embarazo, mama se sintió muy feliz al saber de mí, su felicidad me inundo y me sentí dichoso de poder crecer dentro de ella.

Sin embargo papa no estaba muy feliz, él decía que no quería hijos. Mama estuvo muy triste, yo sentía el miedo que ella le tenía a papa pero aun no entendía por qué. Pasaron cinco meses pero mama ya no era feliz, mi presencia causo muchos problemas entre ella y papa, yo escuchaba como el la maltrataba e incluso muchas veces le pegaba cuando llegaba de tomar con sus amigos, yo podía sentir su sufrimiento, incluso yo le tenía miedo a papa.

La escuchaba llorar en las noches y decir que fue un error haberse embarazado, yo estaba muy triste de escuchar esas cosas pero sabía que tenía razón todo era mi culpa. Los maltratos siguieron mientras yo crecía, ella sufría cada vez más y yo no sabía qué hacer para ayudarla como era mi misión y para que supiera que yo la amaba y que conmigo sería feliz. Ella no tenía familia y se sentía sola pero yo estaba allí y siempre lo estaría.

Por fin llego el día de mi nacimiento, ya quería nacer pensaba que al hacerlo yo podía hablar con mama y decirle que ya no estuviera triste que yo la protegería. Mama estuvo sola en todo el nacimiento aunque eso la tranquilizo, al nacer pude ver la luz y llore mucho, me dio miedo todo lo que veía pero cuando me llevaron a sus brazos todo ese miedo se fue, al ver sus ojos y escuchar su voz pude reconocerla ella me saludo con un ”hola pequeño” y empezó a llorar, lloraba mucho y yo seguía sin poder hacer nada.

Me di cuenta que aún no podía hablarle así que cuando ella puso su cálida mano sobre mis diminutos dedos yo le sostuve un dedo en mi pequeña manito e intente apretar y hacerle entender que no tenía que sufrir ahora yo podía acompañarla y que la amaba. Mama no decía nada pero pude ver que me entendía parecía que ella podía leer mis pensamientos y aun así lloro mucho más que antes.

Luego de un rato las enfermeras me alejaron de ella para vestirme y hacer unas pruebas, que le dijeron a mama eran de rutina porque ella no quería dejarme ir, yo estaba confundido todo era nuevo para mí pero sabía que pronto la vería otra vez. Cuando las enfermas me trajeron de vuelta, mama estaba sentada y al verla me pareció el ser más lindo que había en el mundo, me tomo en sus brazos y me miro a los ojos. Ella me dijo por primera vez que me amaba, que me protegería y que se aseguraría de que yo siempre fuera feliz. En ese momento pude percatarme que mama había tomado una decisión me había elegido a mí por sobre todas las cosas.

Después de ese día solo fuimos mama y yo, nos fuimos lejos y nunca más supimos de papa pero tampoco nos hizo falta. Ella era mi mundo y yo el suyo, por fin volvíamos a ser felices y ella nunca más sufrió, yo me encargaba de amarla y acompañarla para que nunca se sintiera triste.

Aun ahora después de unos cuantos meses no logro entender por qué dios me dijo que tenía que ayudarla si en realidad la que me salvo fue ella, con su linda sonrisa y sus manos cálidas, aun así ella me llama el pequeño héroe de mama.