"Vivir en Paz" por @esthersanchez
Vivir en paz
Siempre que pensamos en la vida salvaje, imaginamos a un león comiéndose a un venado o a una hiena riendo planificando su próximo bocado. Sin embargo, la historia que les contaré se desarrolla en una selva en la que como animal solo veremos al "Modern humans", a quien curiosamente se le conoce como "homo sapiens".
Era uno de esos días en los que despiertas queriendo creer que lo que has vivido el día anterior sólo pertenece a una de tus más temidas pesadillas y que te levantas del sitio de donde te tocó dormir con ganas de no haber despertado. Alek, quien con tan solo 10 años había perdido a su familia en el último bombardeo y aún tenía el dolor vivo en su pequeño corazón, abría sus ojos para recorrer las calles vueltas miseria con su pequeño amigo Candy, un perrito de raza bolonka de color grisáceo que lo acompañaba. Nunca lo dejaba solo, a pesar de su tamaño pequeño, siempre parecía estar atento a todo lo que, a su parecer, pudiera dañar a su humano. Su relación era genuina, parecía que con solo mirarse, uno entendía lo que el otro quería decir.
Alek, a pesar del hambre, la sed y el cansancio propios de las personas en su situación, caminaba con la esperanza de encontrar a quien estuviese en la situación en la que él estuvo y de la cual salió con la ayuda de Candy. Ese día en el que, al caer una bomba quedó sepultado bajo una pared que a pesar de su gran tamaño no logró llevarse su vida tan solo por un milagro. Candy que se encontraba fuera, al llegar comenzó a buscar entre los escombros y encontrándolo aún con vida comenzó a ladrar hasta que llegó la ayuda y lo llevaron a un centro de atención médica que habían improvisado para los heridos. Cuando despertó, le dieron la noticia de que su familia no lo había logrado, que habían muchos desaparecidos y se estaba organizando una búsqueda. Todo pasó muy rápido, la mente y el espíritu de Alek tomaron algunos días para digerir lo que ocurría y después muchas lágrimas Alek decidió que él también buscaría a aquellos que estaban desaparecidos.
Hubo un día al que él denominó, "Dia de Gracia" en el que después de haber hecho su recorrido y se dirigía de regreso, con el cansancio en la mochila y el desencanto en su botas, le pareció escuchar algo. Guardo silencio por un momento y le preguntó a su amigo -¿Escuchaste eso?- y le dijo -Busca Candy- y sin esperar que se lo pidiera una segunda vez, Candy empezó a olfatear por todos lados sin resultado positivo. Él por su parte gritaba, -¡si hay alguien grite, golpee, haga algún ruido!- pero no hubo respuesta. La búsqueda duró algunos minutos y a ambos amigos los vencía el cansancio; cuando parecía que abandonarían la búsqueda escucharon otra vez el mismo ruido pero con más fuerza y de forma repetitiva. Candy, corrió y fue directo al lugar de donde salía el ruido y Alek fue por ayuda. Inmediatamente vinieron y le apoyaron.
Con la ayuda de todos lograron sacar a Nikola, un maestro a quien también habían dado por muerto y que ahora, gracias a Alek y Candy se encontraba a salvo. Al despertar Nikola quiso hablar con "el hombre" que había salvado su vida y cuando lo vio entrar y al oír al doctor decir que él era quien lo había salvado el maestro se incorporó, lo abrazó y lloró. Le dijo que él ya había perdido toda esperanza, que ya había decidido morir y les escuchó hablar y dijo para sí, -"esta debe ser mi última y gran oportunidad, mi día de gracia"- y decidió hacer su esfuerzo final. Alek lo vio por un momento y después le preguntó: Maestro, -¿Por qué sucede esto?- El maestro, aún con lágrimas en los ojos le dijo: "El hombre, en su propia opinión cree que es astuto y muy sabio pero al parecer hasta ahora no ha logrado descifrar algo tan sencillo como " Vivir en Paz"
La fotografía es de autoría
Muy conmovedora historia @esthersanchez y acertada en cuanto a que no ha descifrado Como vivir en paz, saludos
Gracias por tu comentario @devi2021.
A veces las cosas más sencillas son las más difíciles de ver, las que cuestan más encontrar.
Totalmente!
Gracias!!