Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #18"// Cadena de Bloques// @edy.lobo

Es un placer estar nuevamente participando en esta estimulante actividad que tantas satisfacciones me ha dejado. Sobre todo el hecho de haberme hecho crecer como persona.

Es interesante ver los que se nos puede ocurrir en un lapso tan corto de tiempo para crear una historia. Todos deberían intentarlo por lo menos una vez.

Esta semana nos centramos en un fenómeno que tiene atrapado al mundo. Las BlockChains y lo que se puede hacer con ellas, que son muchas cosas. Me centraré en las criptomonedas, que fueron, con la creación del bitcoin (BTC),( el hijo primogénito de esta tecnología) el inicio del boom de este dinero virtual, que está llamado a ser parte integral de los mercadas por muchos años.

Sin más que agregar, he aquí mi historia.

Rosner era un muchacho sin preocupaciones que vivía en un pueblo que tenía mucho de qué preocuparse. A pesar de estar en pleno siglo XXI se podía decir que vivían bajo un sistema feudal. Eran mono productores, (de chivos), y toda la producción de estos cuadrúpedos estaba en manos de un solo propietario. Era tanta la dependencia del resto de los habitantes de este monopolizador, que llegaron al extremo de que todos le decían “Padrino”.

Pero este Padrino, más que darle regalos a sus ahijados, cada vez que veía que alguno de sus habitantes intentaba emprender algún negocio, hacía todo lo posible por obstruirlo y ponerle trabas. Le negaba los terrenos, los servicios , que de por sí eran pésimos y también en sus manos, le ponía trabas burocráticas, pues los funcionarios del pueblo eran puestos por su dedo, y si veía que la idea del pensante tenía futuro, se las arreglaba para robársela y desarrollarla él, con todos los medios a su alrededor. Esto trajo como consecuencia que cualquier ser con un mínimo de iniciativa huyera del lugar.

Un día, de la nada, llegó al pueblo una joven y bonita maestra que traía unas ganas inmensas de enseñar y hacer una escuela de la nada, en la nada. Ya, para el momento de su arribo, existía un inmueble donde una protegida, (y amante del Padrino según las malas lenguas ), hacía la pantomima de dar clases, pero la calidad era tan mala , que los habitantes preferían dejar a sus hijos cuidando chivos.

La maestra llegó con un nombramiento oficial del ministerio de educación. El Padrino se enteró de su llegada e inmediatamente fue a ver de quien se trataba. Le parecía una “falta de respeto” que no le hubiesen pedido permiso para tomar esa medida que afectaba a su protegida. Al llegar y ver lo bonita y joven que era la maestra, quedó prendado de la muchacha, y lo que iba a ser un ataque para desmotivarla y sacarla del pueblo, se convirtió en un rosario de halagos, galanterías, y lisonjas. La maestra las recibió como toda una dama, pero a los pocos días, cuando El Padrino intento subir el nivel de sus insinuaciones, esta lo paró en seco.

_ Pero no se moleste. Usted y yo podemos llevarnos tan bien como me la llevaba con su antecesora, que gracias a mi no le faltaba nada. Unas cervecitas conmigo no le van a hacer daño. Le dijo el ya viejo pretendiente.

_ Pues le aclaro que no vine a este pueblo a buscar pretendientes. porque ya los tengo, ni cervecitas, porque no tomo. Le replicó la maestra con un aire de dignidad y seguridad que lo hizo dudar ipso facto.

En los próximos días la maestra se dedicó a visitar casa por casa a los representantes para convencerlos de que sus hijos volvieran a la escuela, y El Padrino gastaba sus energías en desprestigiarla, (aunque en el fondo mantenía la idea de doblegarla y conquistarla).

Pasaron los días y la maestra, no solo conquistó a sus alumnos de todas las edades escolares, sino que logró que en las noches los representantes también fuesen a estudiar. Ella ganaba terreno mientras El Padrino se frustraba y planificaba como perjudicarla para que perdiera su puesto o se viera obligada a aceptar sus requerimientos. Un día la amenazó con todo descaro delante de todo el pueblo, la gente comenzó a indignarse y como nunca, le mostraron su rechazo a sus acciones. Este, en su rabia no oyó razones y la amenazó con sacarla a la fuerza al siguiente día porque ya tenía varios ”testigos” de que ella maltrataba a los niños y les enseñaba “las pantaletas”.

La maestra no se inmutó. Solo le dijo.

_ Traiga sus testigos. Aquí los espero.

Cuando el rufián se fue ella se echó a llorar, pero agarró sus cosas y salió rauda del pueblo.

Nadie sabía que pensar. Todos dedujeron con honda tristeza. Nos quedaremos ignorantes. Otra más que se fue.

Llegó la mañana siguiente y muy temprano ya la escuela estaba abierta. Al notarlo, la gente recuperó la esperanza, esa que está siempre tan cerca de la alegría.

Afuera, los estudiantes y representantes vieron cómo llegó El Padrino con sus” testigos” y dos funcionarios, procediendo a entrar a sacar a la maestra que los esperaba impávida en su escritorio.

_ Bueno usted no puede seguir dando clases aquí. Ya tenemos los testimonios en su contra. Así que desocupe. Espetó El Padrino.
_ ¡UN MOMENTO! se escuchó una voz al fondo del salón. Yo creo que aquí él que va a tener que desalojar es usted.

La voz era de un hombre de pelo rapado, porte atlético y bien vestido que procedió a enseñarle una credencial al Padrino. A este le cambió la cara. Cara de miedo, cara que nunca le habían visto. El hombre de pelo rapado le dijo.

_ Atienda usted la llamada_ y le entregó un teléfono.

Lo demás fue oírle una cantaleta de cacofonías al padrino.

_ Sí sí señor, disculpe señor, no no sabía de quien era hija señor, no volverá a pasar señor.

Se fue el padrino con el rabo entre las piernas, y con un rencor y un ánimo de venganza, de esos tan inmensos, que solo encuentran cabida en las almas pírricas bajas y pequeñas.

Pasaron los años y llegó la luz que solo puede traer la educación. Los niños comenzaron a aprender y a cuestionar. Mientras tanto el padrino seguía, hasta donde podía y muy por debajo de cuerda, saboteando a la escuela y a La Maestra. Incluso hubo crisis importantes de funcionamiento que casi provocaban el cierre técnico de la sede, pero los representantes entendieron lo que podían perder e hicieron los sacrificios necesarios para salvarla. Aunque no se sabía hasta donde podían aguantar.

Mientras, apareció Rosner, uno de los alumnos más voraces de La Maestra. Todo lo preguntaba, le encantaba una laptop que ella tenía. Cada vez que podía, la interrogaba con respecto a lo que sabia de tecnología y sobre todo de algo que le parecía muy atractivo por su nombre. EL BITCOIN.

¿Qué es eso maestra? Eso es dinero Rosner.
¿Pero en billetes? No , es virtual.
¿Y que es virtual? que existe pero no lo puedes ver ni tocar. Está en programas y archivos de computadoras, una estructura que se llama BlockChain, (cadena de bloques) y lo maneja mucha gente que garantiza, hasta donde es posible, que lo puedes usar igual que los billetes. Además, Rosner. Tú también manejas dinero virtual. Cuando compras con la tarjeta de débito de tus padres lo haces con dinero virtual.

Con el tiempo La Maestra y Rosner desarrollaron ese lazo único y filial que solo puede existir entre el alumno que quiere aprender y el docente que lo quiere enseñar.

Llegó el momento en que Rosner creció y se volvió autodidacta y fanático con el tema de la computación y las criptomonedas. Le fascinaba ese mundo y soñaba con poder algún día hacer transacciones en las grandes casas de cambio. Leía como mucha gente que había apostado por esta tecnología se había hecho millonaria, pera también sabía que muchos otros con mala cabeza se habían arruinado.

Su meta era ahorrar e invertir comprando alguna de las más famosas monedas como Bitcoin (BTC), la ETH de Ethereum o LTC de Litecoin. Cuando lograba tener acceso a la red, se metía en páginas como Coincap, CoinMarketCap o CoinGecko, para ver el comportamiento de estos entes digitales. Miraba exchanges (casas de cambio ), como BINACE o HOUBI o simuladores de mercado como TradingView, donde jugaba a hacer inversiones. En fin, se convirtió en un precoz “experto” en criptomonedas y su “Trading”

Pero la cosa no quedó ahí. Con su entusiasmo atrapó a varios de sus compañeros y los metió en ese mundo.

Por ser conocedor de las computadoras y su funcionamiento, la gente le pagaba por repararlas o formatearlas y logró acumular 200$. Una fortuna para él.

Sabía que solo necesitaba tener un correo electrónico, un teléfono, la conexión y el conocimiento, para hacer una inversión y jugársela completa. En se mente se dijo . Voy a comprar dos “conocidas” y la otra me la voy a jugar a la suerte, pero con una que valía centavos llamada “Chiva Niu”. Le gustaba el chivito que aparecía en su logo por razones obvias. Sus amigos lo siguieron en su aventura con la misma cantidad de dinero.

Consiguió los medios e hizo la inversión. Entre ellas le apostó 50 dólares al chivito.

Al llegar a casa se consiguió con que “misteriosamente” todas las tuberías de aguas negras y blancas de la escuela habían estallado. Esto ponía en peligro el final del año escolar por los malos olores generados y la evidente insalubridad.
A lo lejos , el padrino reía con una sonrisa delatora.

Se comenzó una recolecta para reparar la escuela y Rosner y sus amigos se sintieron culpables al ver que no tenían nada que aportar por su reciente inversión. Era comienzo de fin de semana y debían esperar para ver los resultados de su inversión. Se fueron derrotados esperando ir el lunes a vender sus monedas, anhelando no haber tenido pérdida alguna.

Según sus planes fueron a revisar sus resultados. Vieron a Bitcoin y había bajado. Mala noticia. Vieron el ETH y también había bajado . Peor noticia.

Solo les quedaba la “Chiva Niu”. Cuando la buscaron vieron con sorpresa que contra todo pronóstico esa moneda había comenzado a subir. Habían multiplicado por dos su inversión. Los 50 dólares de cada uno se habían convertido en 100. Rosner estudiando los gráficos de vela y los volúmenes de mercado concluyó que la tendencia de esta criptomoneda era a seguir subiendo y vendieron sus Bitcoin y ETHs para comprar más “Chivas Niu” y programaron una venta donde : si la moneda bajaba a un precio que les dejara la ganancia actual, intercambiaban la moneda por una Theter que es una Stable Coin (que vale siempre un dólar). Con esta estrategia esperaron hasta una semana y la moneda seguía en alza. Llegó un momento en que habían cuadruplicado su dinero. Allí decidieron vender. Cada uno había invertido 200$ y habían terminado con 800$.

Felices fueron a su pueblo, ayudaron a reparar su escuela y con el dinero restante hicieron locales dentro de ella donde pusieron negocios de distinta índole. Rosner y sus amigos se hicieron famosos por lo logrado y eran regularmente buscados para asesorías. La Maestra los paró en seco cuando intentaron cobrar por eso diciéndoles que ellos no eran profesionales del área y que no confundieran un golpe de suerte con conocimiento profundo. Sin nada que extrañar , los jóvenes fracasaron en algunas inversiones de criptomonedas, pero siempre bajo los consejos de SU MAESTRA, lograron prepararse cada vez más y tener éxito como comerciantes y profesionales.

La amargura del padrino fue tal, que un día, viendo que ya no tenía la misma influencia y la gente se había educado para no estar mas bajo su yugo, tuvo una subida de tensión por su rabia y frustración, que lo dejó hemipléjico.

El quedó invalido, varado y el pueblo se puso en marcha para siempre.

Después de un tiempo de prosperidad los habitantes del pequeño lar tienen un gran colegio. En él hay dos grandes retratos:
Uno , el de LA MAESTRA, y el otro, el de “Chiva Niu”