Saludos y bendiciones estimada @franyeligonzalez, para mí es un gusto estar concursando en esta nueva idea. Gracias. Quiero invitar a esta experiencia a @maytte y @Dailin.

_{La Nostalgia Confiesa}

Fuente

La vida misma pasa con los recuerdos y la historia que me transgrede es la historia de todos por el amor que sentimos por la tierra, por los seres que han crecido y por otros que ya no están. Las palabras se ablandan y la vida se ilumina como un rumor de olas que trae de pronto sonrisas de niño.

Así como el atardecer asegura sus colores, la vida también me trae una ficción del futuro que anuncia un mejor porvenir. Eso me entusiasma de algún modo, remueve mis fantasías, mi imaginación a través del tiempo que se devuelve y me agita sin ningún tipo de riesgo ni afán polémico, pero sí esclarecedor. Nada se me ha escapado, así que no tengo porque perseguir respuestas que posiblemente no alcanzaré nunca a comprender.

Aquí, delante de este fenómeno natural del cual formo parte, el tiempo se detiene. Sí, por escasos segundos la vida me observa con detenimiento y escucha lo que digo. No me asusta, al contrario, es agradable descubrir parte de nuestra intimidad, incluso la que hemos olvidado. A veces, discutimos y hasta lágrimas como gritos se van al vacío, pero siempre estamos al comienzo, alzando los ojos, y aunque mi vista no vaya tan lejos, viaja hacia varias partes del mundo.

A veces pienso, que este banco es paranoico, quiere sentarme y no estoy dispuesto a jugar al enclenque: compañero banco, ¡mire, todos, que felices somos! Lo que usted y yo hemos dicho en privado, es privado.

Ese banco en su tiempo fue uno de los más cotizados de este lugar. Guarda secretos y encuentros furtivos y hasta la última mentira que dije en mi vida.

Fue una tarde distinta a esta cuando volvía a casa con una modesta forma de amor. Surgió del empeño sobre todo por conservar la armonía como si temiera algo. Después los vi juntos haciendo su nido y desde entonces se acostumbraron a observar a una persona como yo, y en ocasiones se acercaban más de lo debido. No podía asegurar si estaban casados o no. Sus atavíos eran siempre diferentes y confusos así que una tarde decidí presentarme, y después sin violencia pero con seguridad extendí mi brazo y ella se posó inmediatamente con un motivo central: ella, le era infiel sin ninguna razón más que el instinto de supervivencia. Finalmente salió volando y él hasta ahora no se explica el motivo.

Nunca dije nada. Nunca más supe de ellos.

Por momentos, me los imagino revoloteando bajo esta tarde oscura, como si asumieran el reflejo de sus espíritus, de sus miedos temiéndole a los míos, pero inevitablemente juntos.

¡Qué hermosa es la vida! ¿No es así, señor banco?

Ahora si me permite, pienso sentarme. Sé que usted es muy bueno con las palabras, aunque sea muy duro, sé que se ablandan y la vida se ilumina. Sí, tiene razón; Hay que verse la cara constantemente en el horizonte.

No se preocupe, lo que usted y yo digamos en privado, es privado.

FIN