El ciclo del hombre sin nombre
Una leve sensación a humedad en todo el cuerpo, el leve toque del agua en el borde de sus pies, es así como un hombre sin nombre y sin pasado despierta en una playa, al darse la vuelta lo primero que ve es un imponente castillos. Maravillado por esta vista el hombre comienza a caminar, sin ningún atisbo de duda, un paso después del otro.
La entrada del castillo es bastante simple y a medida que avanza siente un sentimiento nostálgico, aunque no puede descifrar que es, con el tiempo nota que en las paredes del castillo hay cuadros de un bebe, luego de un niño, un adolescente, parece que intentan contar una historia, a medida que avanza los pasillos se vuelven complejos, pero también lúgubres, el hombre por primera vez tiene miedo de avanzar, pero decide seguir.
Las habitaciones posteriores no tienen iluminación, solo oscuridad, aun hay cuadros en las paredes, pero son difíciles de ver. Un hombre que trabaja, un hombre que sufre, un hombre que no sabe porque vivir. En este punto el hombre quiere huir, pero ve una luz, una habitación iluminada, así que corre. Todo cambia, la habitación tiene un tono diferente, ahora hay una niña al lado del hombre lúgubre, un sentimiento cálido lo invade, pero no puede descubrir que es, el hombre quiere avanzar, pero ya no hay un camino, solo un gran precipicio, un mundo, una luz que ilumina, el hombre quiere ver a la niña de nuevo, pero no puede retroceder, solo puede avanzar.
El hombre no tiene camino por el cual avanzar, solo un precipicio donde se encuentra un mundo, su mundo, su hija, así que decide caer, para alcanzarla, pero no puede. Entonces recuerda, recuerda que su hija murió, que ella era su mundo, que el no pudo más y que el murió intentando alcanzar el lugar al que había ido su hija, pero no podía, él había renunciado a su vida voluntariamente, así que no tenia el derecho de ver a su hija, no podía encontrarse con ella.
La vista del hombre se oscureció, no pudo alcanzar a su mundo, a su hija, pero una sensación de humedad invadió su cuerpo, el leve toque del agua en el borde de sus pies lo despierta, el hombre que no recuerda su nombre, ni su pasado despierta en la orilla de una playa, con un castillo a su espalda, para repetir el ciclo una y otra vez hasta que decida avanzar sin caer en el precipicio, avanzar con el recuerdo de su hija, solo así podrá verdaderamente reencontrarse con ella.
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La entrada del castillo es bastante simple y a medida que avanza siente un sentimiento nostálgico, aunque no puede descifrar que es, con el tiempo nota que en las paredes del castillo hay cuadros de un bebe, luego de un niño, un adolescente, parece que intentan contar una historia, a medida que avanza los pasillos se vuelven complejos, pero también lúgubres, el hombre por primera vez tiene miedo de avanzar, pero decide seguir.
Las habitaciones posteriores no tienen iluminación, solo oscuridad, aun hay cuadros en las paredes, pero son difíciles de ver. Un hombre que trabaja, un hombre que sufre, un hombre que no sabe porque vivir. En este punto el hombre quiere huir, pero ve una luz, una habitación iluminada, así que corre. Todo cambia, la habitación tiene un tono diferente, ahora hay una niña al lado del hombre lúgubre, un sentimiento cálido lo invade, pero no puede descubrir que es, el hombre quiere avanzar, pero ya no hay un camino, solo un gran precipicio, un mundo, una luz que ilumina, el hombre quiere ver a la niña de nuevo, pero no puede retroceder, solo puede avanzar.
El hombre no tiene camino por el cual avanzar, solo un precipicio donde se encuentra un mundo, su mundo, su hija, así que decide caer, para alcanzarla, pero no puede. Entonces recuerda, recuerda que su hija murió, que ella era su mundo, que el no pudo más y que el murió intentando alcanzar el lugar al que había ido su hija, pero no podía, él había renunciado a su vida voluntariamente, así que no tenia el derecho de ver a su hija, no podía encontrarse con ella.
La vista del hombre se oscureció, no pudo alcanzar a su mundo, a su hija, pero una sensación de humedad invadió su cuerpo, el leve toque del agua en el borde de sus pies lo despierta, el hombre que no recuerda su nombre, ni su pasado despierta en la orilla de una playa, con un castillo a su espalda, para repetir el ciclo una y otra vez hasta que decida avanzar sin caer en el precipicio, avanzar con el recuerdo de su hija, solo así podrá verdaderamente reencontrarse con ella.
Cuadro número 7
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