Saludos y gran abrazo virtual para todos ,esta es mi participación al Cuarto Concurso de Escritura y Pintura patrocinado por @franyeligonzalez y @xpilar. Agradecido por esta increíble oportunidad que le dan a la comunidad.

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PERDIDOS EN ALTA MAR

Habia una vez un grupo de amigos que eran pescadores de alta mar, entre tantas cosas que pescaban se encontraban el bacalao, el atún y la merluza. Muchas también eran pescadores de langostas marinas, y en este gran comercio industrial les iba muy bien hasta que un sorprendente día se desvanecieron.

Todo comienza un 24 de abril en que todos los barcos de pesca tienen una reunión importante, y el coordinador les informa que vendría un gran concurso transmitido por televisión, y que ganaria aquel que viajara hasta la isla Samoa ubicada en el pacífico y le trajera una especie única de pez dorado, la cual era demasiado difícil de conseguir y muchos decian que ya se había convertido en una leyenda de aquella isla.

Todos discutian por quien iba a conseguir el pez, otros simplemente se desmotivaron al ver que sus botes no podrían llegar a la isla Samoa, solo 3 barcos salieron al día siguiente a toda marcha para dicha isla, los capitanes de esos barcos eran grandes amigos pero también fuertes competencias y eran el Capitan Robinson, el Capitan y teniente Filix y el Capitán Marchal, este ultimo era muy temperamental y trataba muy mal a sus marineros.

El Capitan Robinson era un gran hombre, admirable por su valentía y su esfuerzo por su familia, era de Portugal, pero por problemas de su pais natal debió naufragar para transportarse a ser extranjero. El capitán Robinson con tres dias ya de travesía, podía ver a través del radar los otros dos barcos, iban en sintonia los tres; ese día notó además de los barcos una gran masa que venía con rapidez hacia su dirección pero de pronto desapareció así que hasta ahora no había nada de que preocuparse.

Uno noche fría y con una niebla espesa, se sentaron todos en la proa a hablar sobre la leyenda de ese pez el cual buscaban y decían los marineros que la isla Samoa estaba en contra de que sacaran a esa especie, así que todo el que naufragara por el pez dorado de la isla, moría; muchos se angustiaron, más el capitán Robinson expreso estas palabras: "No teman queridos tripulantes, que el éxito esta adelante".

5 días después ya se encontraban cerca de la isla y en la radio llego una fuerte señal de auxilio de uno de los otros dos barcos y resulta que era del barco del capitan Filix quien gritaba con clamor que lo ayudarán porque una gran bestia habia ascendido de alta mar. El capitán Robinson reviso el radar pero el barco de Filix ya no aparecía, y desde la radio podia escuchar el llanto y los gritos de desesperación de aquella tripulación, hasta que de la nada la señal se desvaneció; el capitan Robinson llamó inmediatamente a Marchal, el cual con altivez y orgullo dijo: " Ves que nadie se interpone en mi camino, querido amigo" y se burlo del capitán Robinson.

Robinson siempre habia sospechado de la maldad del corazón del capitán Marchal; así que con las dudas de que habia acontecido en el barco que desasparecio continuaron rumbo a Samoa. El primer barco en llegar a la isla fue el de el capitan Marchal, buscaron si había alguna vida indígena en la isla, pero no encontraron nada, así que desembarcaron y se prepararon para pasar la noche; mientras tanto la tribulación de el capitán Robinson se quedó cerca de la isla lanzando sus redes y el sebo para ver si obtenían algo.

Esa noche un estruendo se escuchó en la isla y un gran maremoto levantó las aguas tanto así que la mayoría de la tribulación del capitan Marchal murió ahogada por la inundación de la isla, solo se salvaron 5 incluyendo a Marchal; el capitán Robinson de buen corazón les permitió subir al barco. Pasaron dos días y nada que las redes ni el oceano ofrecian el pez dorado. Mientras toda la tribulación junto al capitán Robinson luchaban por conseguir el pez, el capitán Marchal planificaba un plan para destruir a Robinson.

En una noche fría y de tormenta el capitán Robinson descansaba en su habitación cuando de repente se asoma a la puerta aquel hombre perverso que solo traía destrucción, un filo de espada alumbró la ventana de aquel barco y un marinero entró justo en el momento que Robinson iba a ser acabado, dando un fuerte grito ese marinero permitió despertar al capitán Robinson, más ese marinero no pudo escapar de la espada de Marchal quien con un gran filo apuñaló su pecho. Un desastre en plena recamara del barco hacen enfurecer a Robinson que le pide a sus tripulantes que lancen al mar a Marchal y su gente. El mar se agitaba muy fuertemente y en la plancha estuvieron a punto de lanzar a Marchal y ponerlo a nadar entre los peces; sin embargo el capitán Robinson dijo: "No vale de nada ser igual a ti, el valiente da ejemplo de nobleza".

Amaneció nuevamente y cesó la marea alta, una vez más el sol alumbraba. Se vio en la isla una señal de humo y mandaron a algunos espias a haber quien estaría en la isla.

¿Sería el Capitán Filix o cualquier otro superviviente?

Los espias se adentraron en la selva, pasaron horas y horas, nunca llegaron, ya Robinson se estaba preocupando por lo que estaba pasando, asi que decidió abortar la misión y regresar a pescar en sus costas, más Marchal estuvo en desacuerdo diciéndole: "Que cobarde eres al tenerle temor al mar, simplemente eres un falso capitán..." Robinson no respondío solo le dio la orden a sus tripulantes de retornar pero en ese instante Marchal tomo una navaja y lo agarro por el cuello, todos en la proa estaban nerviosos no sabian que hacer ya que su capitan se encontraba amenazado. En ese momento se escuchan unas voces que venían del mar, eran voces melodiosas en forma de coral. Al mirar todos a un costado del barco pudieron notar a una especie de mujer con cola que se meneaba en una piedra sin cesar.

"Una sirena" grito un marinero y en ese momento el ser marino empezó a gritar instantáneamente sin parar, ese fuerte sonido en los tímpanos no dejaba de resonar y de la nada al ver el horizonte la isla habia desasparecido del lugar, ya no sabían donde estaban, el radar habia dejado de funcionar, y de esas embarcaciones no se supo nada más.

The End

Moraleja o reflexión: La ambición, la soberbia y el egoismo son venenos que no deben ser guardados en nuestro corazón.