Edgar el hijo menor de una familia de clase media, acostumbraba a salir todas las tardes, a sus juegos de baloncesto, antes de llegar a la cancha para encontrarse con sus amigos, pasaba junto a una casa abandonada desde hace ya mucho tiempo, la fachada dela casa era muy deplorable, y continuamente durante las noches emitían sus puertas antiguas, sonidos escalofriantes, así que pasaba corriendo por esa calle para no tener que ver esa casa tan espantosa.

Luis uno de sus mejores amigos esperaba en la cancha para comenzar su práctica, pero como siempre antes de empezar, los comentarios sobre como sobrevivieron durante su traslado de sus casas a la cancha y atravesar la calle en donde se encontraba la casa no dejaban de atemorizarlos, y juntos como siempre, atravesaban la calle corriendo, pues supuestamente aquel que se quedaba atrás no volvían a verlo.

La calle se llenó de rumores, fantasmas que aparecían, ruidos extraños y desapariciones, Edgar y Luis se les ponía la cara blanca y el corazón chiquiticos cada vez que debían pasar por allí.

Pronto supieron que un nuevo niño había llegado al barrio, José era conocido por la mayoría como un niño muy valiente, y también muy amable, Edgar y Luis trataron de advertirle lo terrible que era ese lugar y no dejaron de decirle que nunca pasara por la calle misteriosa solo, sin embargo José empezó a sentir cierta curiosidad, así que empezó muy cautelosamente a observar, noto un día que cuando aparecía la luna llena, e iluminaba unos árboles la sombras de estos se movían cuando el viento soplaba con fuerza, así que parecían hombres caminando en la noche, noto que el viento fuerte al golpear aquellas viejas puertas producían un sonido atemorizante en cualquier momento del día.

Sin embargo, con respecto a los desaparecidos no lograba tener pistas, así que decidió preguntar entre los vecinos, que conocían de los desaparecidos de la zona, muchos comentaban que muchas personas habían desaparecido por esa calle, pero nadie conocía el nombre de algún desaparecido, esto le ocasiono una gran duda, pues esto podía ser motivo de una falsa noticia, nuevamente pero esta vez anunciando a su madre que le ayudara a investigar, esta decidió visitar a algunos padres y comenzó a preguntar.

La madre de Edgar, le confeso que para que este no llegara tan tarde le dijo que habían desaparecido algunas personas por esta zona y poco a poco descubrieron que solo era un rumor para espantar a los niños.

Así que cuando José se reunió nuevamente con el resto de los niños, Edgar y Luis le preguntaron si había sentido temor al pasar por la calle misteriosa, este solo se limitó a decir que mucho de las cosas que tememos tienen poder solo porque se lo damos en nuestra mente.

Saludos amigos.

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