Carlos un joven desdichado en el amor , luchaba intensamente para conquistar el corazón de María, una chica muy alegre y divertida . Pensaba Carlos que su forma de ser no le ayudaba en su conquista, pues era un joven algo tímido y un tanto temeroso a lo nuevo. #

En la universidad Carlos se destacaba en sus estudios, pero sin un solo amigo, con quien compartir sus alegrías o tristezas, en las vacaciones de verano decidió visitar a su abuela Loida, una viejecita muy alegre que parecía conocer el gran secreto de la vida para ser feliz.

Carlos comenzó por ayudar a su abuela en cosas que parecían básicas, barrer, ordenar y lavar, en medio del patio trasero, un gran árbol se levantaba, su tronco parecía estar dividido en dos, parecía un gran hombre y sus piernas de madera terminaban separando las raíces del árbol, su simpática abuela, tomaba un tiempo para estar a sola leyendo un libro que parecía inmenso.

-Abuela ? Se atrevió a preguntar Carlos, que lees allí.

• jaja río la abuela, acá tengo un gran secreto, que desde hace tiempo he querido compartir. En cada extremo de este árbol hay una forma de vivir nuestra vida. Una es larga y trabajosa, pero genera grandes frutos a lo largo de un tiempo, y otra es fácil y rápida.

• Ay! abuela, a ver y en que consiste la corta, si hay una forma de mejorar mi vida deseo hacerlo rápido, pues me queda un año para graduarme y no sé qué hacer después de esto.

• En el extremo izquierdo del árbol encontraras un frasco que contiene una poción mágica, esta tiene el poder de hacerte ver las cosas como quieres que sean, pero tienen una raíz corta y no duran mucho.

• Por conquistar a María lo más pronto posible me atrevería a tomar esa poción.

-Pero, no quieres conocer que hay en el otro extremo del árbol?. Pregunto la abuela.

• No abuela!, que yeyo! a ver dime que hay en el otro extremo.

-Lo que se encuentra es como una semilla de mostaza, es el mejor regalo que se le ha podido hacer al ser humano, aquel que la posee, atesora algo muy precioso, esta semilla va creciendo poco a poco, en nuestro ser, transformándonos poco a poco, de tal forma que nada se asemeja a tal transformación, y la fe que es futurista tiene mucho que ver con esa cambio, pero el proceso puede durar una vida entera.

• Abuela no puedo esperar tanto. Voy en este momento a buscar la poción, para tener el valor de hablar con María.
  Al terminar el verano, Carlos llevo consigo la poción, enseguida se apresuró a tomarla, tal como le indico su abuela.
  En la mañana, mientras se lavaba los dientes, se vio en el espejo. Su rostro reflejaba a un joven seguro de sí mismo, se arregló y se dirigió a la universidad.

María que se encontraba, en área del comedor se sorprendió al ver a Carlos tan directo y agresivo al saludarla, a ella no le agradaba ser tratada de esa forma, sin embargo tolero el comportamiento de Carlos y muy sutilmente le dijo que debía retirarse.

Mientras se dirigía al aula de clases reflexiono María sobre el comportamiento de Carlos, desde que entro a la universidad le había llamado la atención la naturaleza tan sutil y amable de Carlos, pero este día su comportamiento la había decepcionado por completo.

Carlos veía con alegría, que todas las chicas le observaban en clases, él siempre había sido un joven muy guapo, pero su timidez le impedía mantener una conversación por largo rato con las chicas, sin embargo desde que comenzó a tomar la poción, pudo ver que era capaz de conquistar a quien el quisiera.

• No sé porque puse tanto tiempo mi atención en María, se dijo a sí mismo.

Los próximos días se llenó de amigos, no había chica que no quisiera salir con él , excepto María, quien con tristeza veía el penoso cambio de Carlos. De un joven de excelentes calificaciones paso a reprobar el semestre, rodeado de amigos pero ninguno sincero, con un par de novias que lo dejaron al saber que no se graduaría ese año.

Su poción pronto se acabó, justo antes de las siguientes vacaciones de verano. Nuevamente se observó con detenimiento en el espejo, lleno de ojeras por las continuas fiestas, las ofertas de empleos que llegaban con frecuencias debido a su excelencia académica, habían dejado de llegar. Se sintió decepcionado de sí mismo, durante ese año se vio rodeado de personas, pero había un vacío en su corazón.

Nuevamente ese verano, visito a su abuela, al verlo esta no se sorprendió, al contrario ya tenía la habitación preparada, y la comida caliente.

-Sabías que venía? Pregunto Carlos.

• Si querido, nada fácil dura para siempre, nada que proporcione un brebaje puede ser real.

• Abuela, estoy arrepentido quisiera mejorar.

Enseguida su abuela en su pequeña mano, traía la semilla de mostaza. Carlos secaba sus lágrimas, al tomar la semilla, sintió una inmensa paz, no entendía que le pasaba, pero se sentía feliz, feliz de reconocer que había cometido un error, feliz de ser él y que necesitaba ayuda para mejorar su actitud, pero sabía que ese cambio llevaría tiempo, pero estaba dispuesto a como decía su abuela volver a nacer.

Nuevamente al regresar a la universidad, vio a María, tan hermosa como siempre, se acercó a disculparse con ella. María, noto el cambio en su actitud, no solo vio a Carlos alegre, sino lleno de gozo, tomo su mano y le dijo no hay nada que disculpar.

Carlos retomo su carrera y con esfuerzo logro elevar considerablemente sus calificaciones, ya no solo contaba con buenos amigos, sino que también había ganado el corazón de María.

Saludos amigos.