Agradecida por esta oportunidad que ofrece @adeljose para activar nuestra imaginación.

Ya ha pasado algún tiempo desde que se habían escuchado profecías del planeta rojo, aunque en el principio los incrédulos atribuían que Hercolubus era el producto de la gran imaginación de Rabolú, el pasar de los años han demostrado que estos delirios misticos, no estaban alejados de la realidad, sino que se trataba más de mensajes no descifrados de un trágico final.

Es apenas hoy en el año 2.147 que la ciencia ha dado relevancia a sus escritos, después de 30 años pasando penurias por no prever un final ya anunciado. La humanidad a tenido que vivir maremotos, movimientos sísmicos y volcánicos que han dejado millares de muertos pero el caos perenne es la hambruna desatada por tal desastre.

Ya no importa si en el inicio existían países considerados potencias mundiales o no, los continuos desastres naturales han desatado que la economía mundial se encuentre destruida, tan así que las posibilidades de ayudas humanitaria no existe, porque los estados han sido dominados por la anarquía.

Rostros de desesperación abundan en la calle, quien imagino que el fin inminente sacaría lo bueno de la humanidad, se ha equivocado y solo las miserias han abundado en el mundo, la teoría del caos prevalece.

Aunque los medios de comunicación tienen años sin informar a los pueblos para no incrementar la agonía, hoy han dado un anuncio especial, el impacto de Hercolubus será solo en horas, por lo que aconsejan pasar las últimas horas con los seres queridos, una sombra ya impide ver el sol, solo algunos destellos de luz pueden deslumbrarse en la tierra.

Los temblores son cada vez más frecuentes y seguidos por lo cual, nos encontramos en bunkers subterráneos con solo lo necesarios, suplicando por nuestras vidas y meditando si les dimos el provecho que pudimos darle.

Los medios han dejado de unir al mundo, ya que todos se han dirigido a estar con sus familiares. Y es cuando estos son silenciados cuando llega a mi mente el deseo de salir del bunker y tocar con mis pies la tierra que me permitió vivir tantas cosas, solo pienso que no viví el inicio del mundo pero definitivamente veré el final.

Por fin llegaron estos minutos de paz donde no existen miedos, ni complejos, solo queda agradecer por lo vivido. Y es en este momento cuando me doy cuenta que no soy la única fuera del espacio protegido, y por primera vez puedo ver y sentir latente aquella alma del mundo de la que tanto había leído.