Bella a las once, la ilusión es que salgan muchas y llenen el pequeño espacio acondicionado para ellas de ese color fucsia tan hermoso.

Desde que llegué a esta casa en San Fernando de Apure, en esta visita desde los primeros días de octubre, he admirado la constancia de esta hermosa planta para cada día regalarnos, una, dos, tres y hasta doce flores, eso sí, a las tres de la tarde ya estarán todas mustias y marchitas, pero con la promesa segura de que al día siguiente nuevas flores ofrecerán su belleza.

Es efímera su presencia, se podría hacer un paralelismo con nuestra presencia en el planeta, si nos imaginamos el tiempo de vida promedio de un ser humano y el que le estamos marcando a nuestro planeta, es como si también le quisiéramos recortar el tiempo.

Amanecerá y al salir al patio me regresaré a buscar mi teléfono para capturarla y regalarle un tiempo mayor, como este que le doy al dejarla tan expuesta en este post.

_{Esta se llama Buenas tardes.}

Así como en sociedad nos vamos relacionando unos con otros, igual las plantas se apoyan entre sí y siempre es posible encontrar unas buenas tardes para terminar de alegrarnos el día.

Esta es mi participación para el concurso de @adeljose donde nos invita a fotografiar las flores que adornan nuestro entorno.