Querido diario, hoy quiero contarte todas las cosas que me sucedieron y que me hacen muy feliz.

    Inicié mi día preparándome para ir al doctor ya que tenía una consulta con mi ginecóloga, iba por los resultados de una citología que me había hecho hace 3 meses aproximadamente, pero como siempre cuando vamos a los médicos y más en esa especialidad nos asustamos un poco. Pero yo iba rezando y pidiéndole a mi virgencita para que todo estuviese bien.

    Saliendo del edificio me encontré con unos rayos de sol esplendorosos y una mata de girasoles maravillosamente floreada. Esa noche había llovido y me imagino que todas las plantas estaban contentas por el riego que les cayó del cielo.

Pero no todo con la lluvia fue bueno

    Saliendo un poco más hacia la calle estaban los escombros y mucho lodo de lo que había arrastrado la lluvia desde el día anterior, fueron más de 18 horas cayendo lluvia sin parar y en Guatire que es la zona donde yo habito con mi familia hubo algunos desastres, muchas cañerías tapadas, desagües y pare de contar.

"Yo seguí mi camino"

    Me fui rápido a la clínica como te había contado y allá era otro mundo, todo limpio, los pisos pulidos, todos siguiendo con las normas de seguridad establecidas por la pandemia, de verdad me gustó mucho el ambiente y sentía mu dentro de mí que todo iba a salir bien.

Mientras hacíamos la cola para realizar el pago, me encontré esta hermosa mariposa de bellos colores escondida dentro de una planta de palma, sus colores atraían la mirada de todos pero yo no me aguante y tomé mi cámara y comencé a molestarla para tomarle unas fotos. Era impresionante como a través de sus alas tenía unos espacios trasparentes que te permitían ver hacia el otro lado. ¿Qué opinas tu diario? ¿Verdad que es hermosa la mariposa?

Gracias a Dios la doctora llegó temprano y fui la numero uno en pasar. Fue muy amable y me dio muy buenas noticias, todo estaba bien, ni siquiera me mando ninguna medicina porque mis análisis decían que estaba como una lechuga.

¡¡Brincando en una pata!!

    Salí con una sonrisa de oreja a oreja de ese consultorio, dándole infinita gracias a Dios por estar bien, por tan buenas noticias y por tener salud.

    De inmediato llamé a mi esposo y a mi mamá y les conté de la dicha tan grande que tenía y ahora la quiero compartir contigo mi amado diario. Contigo me desahogo y te cuento todo, siento que tú me escuchas y compartes mi felicidad sin envidias ni críticas o reclamos.

    Te digo hasta mañana, donde volveré a contarte muchas cosas más de mi vida.

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QUÉDATE EN CASA

_{Imágenes tomadas con mi cámara celular Kronos-net}