Imagen de @xpilar. La Playa
La playa
Hace ya más de 7 años y yo, sigo viniendo a esta playa, supongo que la sigo viendo como nuestro punto de encuentro, ese lugar místico en el que siempre logramos conectar a la perfección. En esta playa nos dimos nuestro primer beso, en esta playa te propuse matrimonio… Recuerdo como si hubiera sido ayer… Recuerdo, que te engañe, te dije que iríamos a ese nuevo restaurante del centro, tú te pusiste tu mejor vestido y yo mi mejor traje… Te veías hermosa Laura, ni todas las estrellas que alumbraban el cielo esa noche se comparaban con tu belleza, tu vestido… ¡Oh, Dios! Tú vestido… Recuerdo que era rojo, tu color favorito… Tenía un prominente escote en la espalda, el cual se veía muy poco por tu largo cabello negro, solías siempre llevarlo suelto, a pesar de que tu mamá siempre te dijo que con ese vestido, debías llevar moño… Siempre tan irreverente, mi rosa salvaje. Te pase a recoger a las 8 de la noche, te sorprendiste mucho al ver que llegue en taxi y no en mi carro, no recuerdo que te invente en ese momento, pero la verdad es que lo había vendido para poder comprar el anillo de compromiso y pagar todo lo que prepare para esa noche. Te asustaste al pensar que el taxista nos estaba secuestrando, porque viste que se desvió hacia la playa, me reí como desquiciado y tú te enojaste, odiabas que me burlara de ti.
Al llegar, notaste el porque me burlaba… Todo estaba listo, tal cual lo pedí: un pequeño toldo, una mesa puesta de una forma muy elegante con toda la comida servida, un camino de pétalos de rosas que iba desde la calle hasta la mesa y bueno… Mi mal vestida hermana, quien fue mi cómplice en todo, cuidando todo hasta que ambos llegáramos. Me preguntaste si habías olvidado una fecha especial, que porque había hecho todo eso, me asaltaste a preguntas mientras caminábamos hacia la mesa, las cuales respondí con un simple: —”Porque Te Amo”—.
La noche fue mágica, porque tú y yo irradiábamos magia… Me puse de pie y me arrodille a tu lado mientras tú aun te lamias el plato donde antes estuvo una torta de chocolate jajaja… Tú con cara de asombro solo me mirabas y escuchabas… Cuando termine de hablar, comenzaste a llorar, tanto que ni podías contestarme, cuando quise acercarme para ver si estabas bien, me saltaste encima y gritaste —”¡SI, SI… MIL VECES SIIII!”—.
4 meses después nos casamos, algo sencillo, porque ambos nos gastamos nuestros ahorros comprando un apartamento. Recuerdo que ese día llore al verte entrar a la iglesia vestida de novia... 3 años después saliste embarazada, nuestro primer hijo… Corrijo, nuestra primera hija. Me gaste todas mis vacaciones en pintar y comprar todo para su cuarto, éramos los futuros padres más felices del mundo…
Y unos meses después, había llegado el gran día… Tus dolores de parto comenzaron, recuerdo que prácticamente te retorcías del dolor, no podías caminar, debí llevarte en ambulancia para el hospital. Al llegar, nos recibió tu doctor, el cual sin esperar nada, te paso de inmediato a sala de parto. Tú no querías soltar mi mano y me pediste que me quedara afuera, querías hacer esto sola, yo insistí, pero el doctor me dijo que en momentos así, no te llevara la contraria, así que hice caso y espere afuera. Una hora después, llego tu madre, ambos esperábamos impacientes a que el doctor saliera y nos diera las buenas nuevas.
Pasadas ya 3 horas, salió tu médico, traía aún la bata ensangrentada y 2 sobres en la mano. Tanto tu madre como yo, lo interceptamos en el acto pero su rostro… Ese rostro talló un agujero en mi alma… El doctor nos contó que en la penúltima ecografía, esa, a la cual yo no pude acompañarte por estar en un viaje de negocios, el noto algo extraño en tu útero… Algo, lo cual nos explicó a tu madre y a mí, pero mi mente no me dejo escuchar tantos tecnicismos. Ese “algo”, iba a traer complicaciones en el momento del parto, complicaciones que podrían hacer que el doctor se viera en la terrible situación de elegir entre una vida y la otra. Tú, no quisiste que nadie se enterara de aquello, ya que tenías fe en que todo saldría bien, pero… No fue así.
Tu, no quisiste que yo entrara contigo, porque de tornarse todo mal, preferías que yo no estuviera presente. Durante el parto, todo se complicó, todo salió mal… Todo se puso de cabeza… El doctor te dijo que solo podía salvar a uno, que haría todo lo posible por salvar a ambos, pero que debía priorizar a uno de los 2. Tú, sin pensarlo 2 veces, le dijiste que salvara a nuestra niña. El doctor hizo todo lo posible, pero solo pudo salvarla a ella, lamentablemente, tú te nos habías ido…
Tu mamá exploto en llanto y yo estaba en shock, había perdido al amor de mi vida y me había convertido en padre el mismo día… Mi mente estaba en caos y mi corazón no sabía si reír o llorar… El doctor nos entregó a ambos un sobre, nos dijo que ella quería que tuviéramos eso, nos dio el pésame y se retiró. Tu mamá me abrazo y yo seguía mirando absorto la carta en mis manos, ella retiro su abrazo luego de un rato y dijo que haría una llamada, yo como pude, me senté en la banca más cercana, abrí el sobre y comencé a leer tu carta:
Querido Alex:
Lamento no haberte contado nada, pero tenía miedo… Miedo de que prefirieras mi vida a la de nuestra hija, sé que no tome buenas decisiones y que en estos momentos tanto tu como mi mamá deben estar devastados, pero no me arrepiento de nada, porque sé que nuestra hija crecerá sana y fuerte, y que tendrá al mejor padre del mundo para guiarla en su camino.
Gracias por darme tanta felicidad, tú fuiste y serás mi más preciado amuleto. Mis años a tu lado, fueron la época más hermosa de mi vida, no hay un día que no recuerde de forma especial, ya que cada uno los pase contigo. Te amo como nunca he amado a nadie, te amo de la forma más egoísta que pueda existir, porque decidí esto sola… Decidí el futuro de los 3 yo sola… En serio lo siento amor, lo lamento tanto… Pero ¡Hey!... No quiero que te derrumbes… O bueno si, hazlo si así lo deseas, pero no dures mucho en el piso, porque tienes una hija de la cual cuidar, debes estar para ella y movilizarte con todo lo que ella necesite. Se su apoyo, su sostén cuando ella más lo requiera, enséñale lo bello de la vida, pero sin ocultarle la dura realidad en la que vivimos. Dale el triple del amor que me diste a mí y siempre recuérdale, lo mucho que la ama su madre.
Quiero que llegado el momento, seas feliz, tu decidirás como y cuando, solo se feliz. Me voy dejando un gran peso sobre tus hombros, pero sé que podrás con él, porque no existe en este mundo un hombre más maravilloso que el gran amor de mi vida.
Te espero en eso a lo que la gente llama cielo, pero no te apures… Es más, tárdate todo lo que quieras, no hay prisa… Tengo el infinito para esperarte.
¡Te amo!
ATT: Tu Rosa Salvaje.
Perdona si todo esto te hace sentir mal, solo quería que supieras que, soy feliz, porque tengo a la mejor hija del mundo y una esposa hermosa que nos cuida a ambos, cuan ángel guardián. Gracias mi amor, por darme la oportunidad de ser padre y de ser feliz a tu lado. Nuestra hija siempre pregunta por ti, yo le enseño tus fotos y le hablo de lo maravillosa que eras, ella está creciendo sana y fuerte tal cual querías, aunque es alérgica a las nueces jaja.
Seguiré trayéndola a esta playa, porque para ella, tu estas aquí y para mí también. Solo mírala… Mira a nuestra bella Rosa, mi amada Laura.
Muchas gracias al amigo @xpilar por la creación de esta maravillosa imagen, para mí fue un placer crear una historia inspirada en ella. Espero que sigan creándose iniciativas como esta, que nos fomentan a hacer volar nuestra imaginación.
Omg!!! Se llama Rosa, como su Rosa salvaje Laura... Dios! Qué gran historia!! :') 😍❤️
Jeje me alegra que te haya gustado :3
NOOOOOOO.. POR QUE LOS GRANDES SE VAN?!?! Hermoso, supiste elaborar una historia con pies y cabeza, adsurdamente sentimental y detallada, con una cantidad limitada de palabras. No se como le hiciste, pero definitivamente eres grande. ♥
Aaaaawww :3!!! Me vas a hacer llorar, gracias en serio. Me alegra mucho que te haya gustado ♥♥♥