Weekly Contest, "Creating Stories Week #23". /Concurso Semanal, "Creando Historias Semana #23".

Saludos amigo @adeljosé, y a toda la comunidad de #worldofxpilar. Por aquí estoy yo de nuevo, participando en tu concurso, que me encanta. Pues siempre es un nuevo reto para mí, ya que puedo hacer lo que me gusta, que es dibujar y escribir. Esta historia, sucedió en la vida real, claro los nombres son ficticios, por supuesto para proteger la privacidad de las personas relacionadas, espero que les guste a todos.

Mariana era la hija menor de dos hermanos, a sus 16 años tenía toda la alegría y la inocencia de su juventud. Conoció a Raúl, diez años mayor que ella, en la fiesta de cumpleaños de una de sus amigas de colegio. El joven la cautivó al instante, quizás por su porte y atractivo o porque se diferenciaba de sus amigos contemporáneos, con su aparente sobriedad.

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La cosa fue que comenzaron a salir juntos, y Mariana lo presentó a su familia. Aunque su madre no le agradó la relación de su hija con un hombre mucho mayor que ella, aceptó la relación pero con cierto desgano.
Al cabo de un tiempo, Mariana le comunica a Raúl de su embarazo…a lo que el joven le respondió descaradamente, que él no podía casarse con ella, porque no podía hacerse cargo, ya que lo que ganaba en su trabajo, no le alcanzaba…
La chica desconsolada le dijo que no quería saber más de él, y fue a contarles a sus padres, lo que le estaba sucediendo…

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Su madre que se había convertido en una fanática religiosa, en vez de apoyar a su hija por lo que estaba pasando, lo que hizo fue reprocharle sobre la relación y la corrió de la casa, cosa que disgustó mucho a su marido el padre de Mariana, que era un hombre muy amoroso con sus dos hijos. Con gran dolor y rabia por lo que le había sucedido a su hija, se opuso rotundamente a la decisión de su mujer y le hizo saber que él, no abandonaría a su hija, en ningún momento y que si, iría a hablar con el joven para que le diera explicaciones, pero que no lo obligaría a hacerse cargo de su hija y el bebé, si no lo deseaba.

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Néstor, el padre de Mariana, pensaba, que si ese hombre, no amaba a su hija, tampoco el, obligaría a su querida hija, a estar al lado de alguien que no la amaba. Pero lo que si haría, sería decirle que no se acercara nunca más a ella. Y así lo hizo, y el desalmado joven desapareció de sus vidas…

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El embarazo de Mariana, transcurrió normal pese a los constantes reproches de su madre.
Mariana tuvo un parto normal, pero cuando preguntó por su bebé, notó una expresión extraña de tristeza, en el rostro de su madre, que a pesar de todo, no dejaba de sentir afecto por su hija, pese a la rigidez que quería demostrar.
Cuando Carmela, que así se llamaba la madre de Mariana, le notificó que el bebé había nacido con problemas y que era necesario trasladarlo a la capital para hacerle ciertos estudios, con el fin de averiguar qué era lo que sucedía a Gabriel, que era el nombre que le habían puesto al bebé…

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Así, hicieron los arreglos para trasladarse a la capital y llegar donde un familiar que allí vivía, y que les brindó alojamiento sin problemas.
El resultado de las pruebas, arrojaron que Gabriel, había nacido con un solo riñón, y que ese único riñón con que contaba, estaba teniendo problemas para regularizar sus funciones en el pequeño cuerpecito, lo cual le impedía que dicho bebe pudiera orinar con fluidez, cosa que también había ocasionado una infección ocasionada por el bloqueo de dicho riñón.

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El bebé estuvo debatiéndose entre la vida y la muerte durante 15 días, que fue cuando comenzó a descender la inflamación ocasionada por la infección y poco a poco fue mermando el estado crítico del pequeñito, hasta que pudo ser estabilizado.
Aun así tuvo que permanecer recluido durante tres meses más, para que los médicos pudieran asegurarse de que su único riñón pudiera seguir funcionando perfectamente y con algunos cuidados el pequeño pudiera crecer adecuadamente y llevar una vida normal.

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Durante ese tiempo, el pequeño Gabriel, fue recuperándose y restableciéndose y los médicos y enfermeras del hospital, llegaron a tomarle mucho cariño porque el pequeñito siempre sonreía y hacía sonreír a todo el que se acercara a él.
El día que le dieron de alta en el hospital su madre y abuela, que habían permanecido con el bebé durante todo el tiempo que estuvo recluido, pudieron respirar profundamente y dar gracias a Dios porque el bebé se había salvado y podría crecer y llevar una vida normal.

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Después de todo lo sucedido, la relación de mariana y su madre Carmela mejoró y ambas se pidieron perdón mutuamente y se prometieron a darle todo el amor, a ese bebé que había llegado para unirlas y unir a su familia.
Se dieron cuenta de que muchas cosas que consideraban importantes antes, ya no lo eran ante la posibilidad de la muerte.
Ahora, Gabriel, vive felizmente con su madre y abuela, sano y lleno del amor de ellas y de toda la familia.