Saludos a todos los amigos de #WORLDOFXPILAR, gracias a @franyeligonzalez por este magnífico concurso de Palabras Inspiradoras, que me llamó mucho la atención por el término de esta semana “Perdón”.

No es una expresión fácil, cierto, pero que sensación tan especial cuando aprendemos a utilizarla para nuestro bien, es una forma de aliviar el alma y sentir paz interior.

Fuente

Muchas veces nos pasa situaciones en que nuestro corazón y sobre todo la razón se llenan de odio, bien sea por una discusión con algún familiar o con un amigo, puede ser aún más fuerte, con alguien que nos hizo daño de por vida o quizás aún peor como la muerte de alguien especial o algún familiar, donde sentimos que no somos capaces de perdonar a esa persona que tanto daño causó. Y pasan los años y todo sigue igual e incluso puede crecer el odio.

Como liberarnos de todo ese odio, que no conduce sino a una destrucción interior y vivir con el alma hecha pedazos, primero que nada es perdonarnos a nosotros mismos, si así como lo leen!!! De qué? De todo lo que expresamos, de todo lo que pensamos y de todo lo que sentimos hacia esas personas que nos hicieron daño, y luego de ese gran duelo que nos hicieron pasar “perdonar a nuestros deudores”, así como lo dice el Padre Nuestro que es una de las oraciones más fuertes y que tanto rezamos cuando tenemos una situación difícil.

Perdonar es limpiar el alma, es sentirnos más relajados y con más confianza a Dios, no importa si el que nos hizo daño se lo merezca o no, nosotros lo merecemos, somos nosotros los que vamos a sentir esa libertad interior.

Lo digo por experiencia propia, mi padre abandono a sus 5 hijos y yo por ser la más pequeña llevé la peor parte, pasamos mucho trabajo con mi madre, y crecí con ese odio hacia él, mi madre nos enseñó a quererlo a pesar de todo porque ella ya lo había perdonado, pero fue después que me hice mujer que entendí que no valía la pena odiar a quien me había dado la vida, las fallas son de él no mías, porque dañar mi alma si yo no hice nada malo, pero tuve que perdonarme a mi misma primero y después perdonarlo a él y sentí que me quite un peso gigante de encima.

Cuando nos perdonamos y nos amamos a nosotros mismos, de esa misma manera podemos perdonar y amar a los demás, sea quien sea nos haya hecho daño. Y esto es un aprendizaje que heredamos algunos de nuestros hogares y otros de la vida misma y que bonito dejarle como ejemplo a nuestros hijos y nietos esa experiencia de vida.

Fuente

Gracias por leerme, espero haber dejado un enriquecedor mensaje sobre "El Perdón" Dios los bendiga!!!