A quí estoy, subiendo el everest entre Nepal y el Tíbet, el frío abrasador entra entre mis huesos, mi sherpa parece no sufrir de eso, no es la primera montaña que subo, pero si es la primera vez que encuentro valor para tratar de subir el everest.

Siempre he escuchado algunas historias de terror sobre las ánimas del everest, esas almas que quedaron plasmadas en el tiempo, parecen durmientes, silentes y observantes desde la lejanía y algunos no tanto, sin embargo son la gran garantía de que vamos en un buen camino, en el simple y gran espacio entre la vida y la muerte, rumbo a la cima.

Somos un equipo de seis, pero uno de nosotros ha desistido y trato de regresar, hace tres días, solo un sherpa y el camino largo y silente lo acompaña, es algo inmenso el espacio tiempo, las frías noches y los fríos días, solo un reloj de pulso me dice que estoy vivo en este gran paisaje.

Los animales de estas montañas parecen no sufrir el frío y admiran nuestra travesía desde la distancia temerosos y cautelosos, así es este gran camino, avisos que dicen WAY TO EVEREST y glaciares son parte del paisaje.

He podido notar con mi equipo algunos restos humanos algunas manos y otras partes de cuerpos por el deshielo, en otra circunstancia saldría huyendo pero quiero llegar a la cima, los sherpas dicen que esos restos son los que devoran la montaña des de hace muchos años, que quizás estamos sobre miles de cadáveres y ellos simplemente descansan bajo nosotros, no es algo alentador pero en realidad es la brecha ligera ente vida y muerte.

Se acerca la noche y el frío aumenta, uno de nuestros muchachos dolorosamente no soporto el frío, el sabia sobre esta subida y sus duros resultados, nos tocó dar sepultura todo es por parte del reconocimiento y una buena porción de dinero.

Su familia lo entenderá aunque el decía que jo tenía familia, mi amigo tenía unas botas verdes, las cuales quedaron en este espacio acostado en la blanca nieve, que poco a poco lo ocultaba.

Seguimos subiendo y observamos una dama en el hielo, ella estaba como descansando otro cadáver que era altamente visible, faltando pocos días para llegar a la cima una avalancha arremetió contra nosotros y sepultó a dos de nuestros camaradas, un sherpa y mi amigo John.

Dos cruces delimitaron el espacio aproximado donde estaban, el camino era más y más difícil para llegar a la cima pero ya estábamos cerca, la memoria no quedaría en vano, todo sea por nosotros.

Solo quedamos tres un sherpa y nosotros, poco a poco nos acercamos a la cima, sin embargo una fuerte ventisca nos abordó u tuvimos que escondernos en una cueva, se escuchaba el silencio blanco brisa pasar por nuestro rostro, el frío quemaba mis manos pero allí estábamos a punto de la gloria.

Al dormir cerca de una fogata pude divisar en la distancia un hombre caminando, sin embargo al acercarme era un cadáver con sus ojos mirándome fijamente y una cara de sufrimiento, no parecía tener poco tiempo estaba totalmente helado, sin embargo tenía un herida de un sarpazo en su cuello, era algo aberrante y decidí partir temprano.

Era un cementerio andante, poco a poco la última mañana me mostraba muchos cuerpos, el patrimonio de esta montaña, las ganancias de los audaces ciudadanos que buscaban la gloria y quedaron en el intento.

En la cima de la montaña sentía el sol pegar en mi rostro, mis acompañantes me decían que esta gloria no representaba lo perdido, simplemente era algo duro y bastante inhumano lo sucedido.

Mi acompañante discutió conmigo y veía detrás de mi con temor lo que el decía eran las espiritus de los caídos, simplemente huyo y cayó por la montaña abajo, unos 300 metros y falleció, una criatura se llevó su cuerpo, parecía un simio blanco, mis ojos no creían lo que notaban en la distancia, algo unico y mi camara estaba a 300 metros de mi, no podía llevar una prueba.

Mi sherpa de confianza no decía nada parecía ver algo normal, sin embargo no traía nada con el, simplemente sus ojos botaron sangre y una carcajada lúgubre salió de su boca, era una visión o algo parecido, huy y estoy en una cueva, mi temor se hacía palpable, subir la montaña fue cumplido pero el frío no me deja escribir esta historia de mis últimos mommmmmm

Al día siguiente en las noticias una avalancha dejó a 5 hombres en el everest, los cuales pretendían subir la montaña, eran expertos pero hasta sus acompañantes no pudieron con la montaña.

Mientras que en una cueva cercana un hombre estaba en estado de congelación por hipotermia con un lápiz en la mano y un escrito sobre su travesía en la montaña, son otras víctimas más del Everest, a nuestros excursionistas tomar de ejemplo este gran paisaje de muertes y la precaución a tomar en torno al gran desafío.