Vivo en un país que despierta bajo un mismo sol, así comienza todo cuando el sol se vio bajo un eclipse total pero no un eclipse total de amor, quedó todo oscuro y en tinieblas; sin embargo ante la situación país, el Covid-19 y las restricciones muchas personas sintieron aún más temor, cuando se habló del eclipse y un asteroide que impactaría sobre el planeta justo en la ciudad de caracas. Todo el mundo estaba huyendo y llorando por el miedo, el presidente del país hablaba en cadena nacional sobre un estado de emergencia y llamaba a la calma en palabras técnicas.

–Señoras, señores, niños y niñas, abuelos y abuelas, mascotas y mascotas, debemos conservar la calma, y estar en casa encerrados, unidos como chorizos, recuerden que debemos protegernos del COVID-19, sin embargo hay un tema que me preocupa mucho, lo del asteroide que impactara en la ciudad, es algo que no podemos controlar como la inflación, de ser algo inminente debemos estar juntos y morir en familia que dios se apiade de nuestras almas.

Y se cerró la emisión con un mensaje de alarma de letras rojas que decía:

Mucha gente al escuchar este comentario del presidente y ver el mensaje en pantalla, salieron a la calle y olvidaron la pandemia, algunos empezaron a hablar con sus enemigos, pedir perdón por pecados cometidos y a hacer muchas cosas que no se atrevían en una situación normal.

Un hombre llegó a casa del vecino corriendo, se acercó a la esposa de esté que era su comadre y la beso fuertemente en los labios, todos se quedaron en shock en la sala y la abuela se desmayó, sin embargo el hombre dijo:

–Compadre tengo que confesar algo, su hijo mayor es mío– mientras el muchacho lo veía con cara de pocos amigos –pero como nos vamos a morir es mejor que lo sepa y estoy enamorado de su esposa de toda la vida, porque la mía me ha hecho la vida imposible siempre, mi suegra esa vieja me tiene obstinado, cocina como para el perro de su peor enemigo, gracias a dios ese asteroide nos va a matar porque será un solo dolor el impacto, y no tendré que sufrir a diario tanto tragar esa comida que ni el perro mastica.

Salió de casa corriendo a admirar el cielo por última vez, sin embargo al ver atrás corrió rápidamente porque todos lo estaban persiguiendo para lincharlo.

Mientras se notaba la algarabía tras el mensaje colectivo del presidente, hacía que en otras comunidades muchas personas hicieran sus últimos actos de honestidad, a la final ya morirían de todas maneras.

En otras familias se hacían confesiones impensables de cada uno de los integrantes, risas y lágrimas, golpes y fechorías pasaban.

El cura de la iglesia llamó a sus feligreses para orar y luego que terminó dijo:
–Todos los pecadores serán confesados para entrar al reino de los cielos; sin embargo tengo una pregunta, quien me confiesa a mí– mientras señala al sordo-mudo de la comunidad para que escuche sus pecados, de igual manera eso llegaría a oídos de dios así el sordo no lo escuche.

Miles de pecados sanados, miles de secretos confesados suspiros y caras enrojecidas, era algo impensable todos tenían altos secretos los cuales ni en sus más bochornosos momentos dirían, hasta que se levantó una dama admirable de la sociedad y le confeso su amor al cura, este devolvió la respuesta con un beso que dejó boca abierta a todos los feligreses, entre risas, desmayos envidia y persignaciones de parte de las ancianas puritanas, eso lo hizo ya que su amor no se podía ocultar era algo reciproco entre ellos.

El cura dio por terminada las confesiones después del beso a su amada y dijo:
–Hágase público el secreto mío y de todos, los que faltan por confesarse griten a los cuatro vientos su confesión, todos tendrán entrada en el reino por el perdón otorgado después de dicho esto se desapareció con la bella dama corriendo y encerrándose en la casa parroquial.

En el centro de la ciudad era diferente la situación, habían saqueos, donde el vandalismo acabo con todo el alimento que había dentro de los anaqueles era doloroso ver esto en la ciudad, un pueblo sin dinero y robando alimento aunque común en situaciones de tensión era doloroso, en la oscuridad se podía notar que todos estaban en la calle, no importaba virus ni nada lo que había era tensión, los funcionarios de la ley eran los primero que llevaban a las comunidades a saquear, fruto de la desesperación y la mala costumbre.

Se notaban personas corriendo con electrodomésticos y artículos electrónicos, quizás en el otro mundo puedan necesitar dichos aparatos, aunque no era aceptable estaba pasando esto, todo era un caos, vandalismo y anarquía, secretos contados, pérdidas materiales y rupturas familiares.

La anarquía total estaba pasando, el asteroide bastante cercano a la tierra y el temor se sentía en la sangre de todos; el presidente decía a su círculo más cercano en cadena nacional: –Tengo que confesar que he tenido muchos errores, que estamos con un país en ruinas, pero debemos morir todos juntos como el gran grupo que somos–, y mientras decía esto levantaba su puño mirando fijamente a un cielo estrellado, cuando volteo a ver a sus seguidores esperando una palmada de amistad y hermandad pero todos habían huido, simplemente estaba solo, su círculo militar estaba fuera de su rango de visión, quedaba el solo en su pena y se puso a revsar Tik-Tok en su telefono movil.

El asteroide estaba cercano cada momento en la TV decía Treinta minutos para el impacto, se podía ver la estela de luz alumbrando el cielo oscuro, la amenaza de asteroide era inminente, no podía hacerse nada, morirían todos sin piedad.
En el último momento la población quedó callada cuando se sintió el ingreso del asteroide que estaba televisado, el presentador de tv más conocido de Venezuela ante la situación se desnudó en cadena televisiva y bailo Harlen Shake, en fin se moriría y era un sentimiento que no podía obviar además nadie recordaría eso, sin embargo el asteroide se desintegro en la estratosfera, todo era una mala información de los organismos nacionales un pequeño error de cálculo y medición dio un tamaño más grande del real en el asteroide.

Tras todo lo pasado las calles quedaron deshabitadas, era algo sumamente duro para todos por fin el quédate en casa funcionaba aunque no era por el virus sino por los secretos contados tras la amenaza de meteorito en este bello país.