NUEVO CONCURSO!! // “UNA IMAGEN, UNA HISTORIA”

Era un lenguaje gestual entre ellos, propio de su relación, habían aprendido a hablarse con las miradas, a declarase a diario el amor con los gestos, en particular uno, Gloria lo tomaba firmemente por el ante brazo eso significaba: “me dejo llevar por tu amor”.

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Todo comenzó 60 años antes, cuando Alberto le escribió una nota pidiéndole ser su novia eterna. Solo la veía pasar por su calle cuando regresaba del liceo, le parecía una muchacha linda, además ella solía frecuentar ese puesto de frutas del padre de él donde Alberto trabajaba los fines de semana. La nota decía textualmente: “no tienes que decir nada, si quieres aceptarme, cuando vayas al mercado, sujeta mi antebrazo izquierdo con firmeza, finge que temes caerte, así entenderé que quieres dejarte guiar por mi amor el resto de tu vida, sin temor, ya que seremos apoyo”.

Ese día celebraban con sus hijos y nietos los 55 años de matrimonio, donde a pesar de algunos desencuentros o desafíos de la vida, habían logrado llegar a esta fecha en feliz unión. Luego de aquella acotación, Gloria fue al mercado acompañada de su madre, evitaba la mirada del joven, y de repente ocurrió el momento esperado, estando cerca de él fingió que se le caía una manzana que se trastabillaba y tomo firmemente el antebrazo de Alberto con su mano derecha…lo demás fue, caminar tomados de la mano, mirarse por largas horas, guiños de complicidad, un largo noviazgo, una boda, 4 hijos, 8 nietos y todo un camino recorrido juntos. Esa tarde como tantas otras, sin haber un motivo especial, se prendaba del brazo de su compañero sin miedo al tiempo, venían con la compra para el festejo. Alberto y Gloria en equipo se dejaron conducir por un sentimiento hermoso, se daban sostén y compañía…aplaudían la vida con sus señas, sus brazos contenedores y la inmensa capacidad de caminar indivisibles… en silencio.