CONCURSO: "UN LIBRO, UN APRENDIZAJE"

Mi madre me enseñó el amor por la lectura, por la poesía, no me leía cuentos para dormir, nunca me leyó La caperucita Roja, La Cenicienta, Alí Baba y sus ladrones , decía que eran cuentos angustiantes donde había dolor, rechazo, un príncipe azul y cosas parecidas, ella prefería leerme a Neruda, Benedetti, Andrés Eloy al meterme a la cama. Cuando tenía 8 años me regaló mi primer libro, El Principito, realmente muy complejo para una niña de esa edad sin embargo lo leí aunque lo entendí ciertamente ya en la etapa adulta.

Imagen de mi propiedad

Siempre cada cumpleaños como parte del regalo había un libro, cuando cumplí 18 no fue la excepción el obsequio fue el que se convertiría en mi libro favorito, dada su sencillez. Es muy corto, mas lo que tiene de brevedad le sobra en profundidad, de alguna u otra manera siempre vuelvo a él, a releerlo. “Ningún lugar está lejos” de Richard Bach. Es un lindo texto que concientiza sobre la capacidad de lograr todo lo que se quiere aunque las circunstancias hagan creer lo contrario, es un libro con muchas frases para la reflexión e imágenes inspiradoras. Nos presenta la imaginación como un poder especial del ser humano, el cual podemos utilizar para salir de angustias o ansiedades, la visualización creativa de lo que anhelamos como herramienta para conseguirlo, disfrutarlo desde antes de obtenerlo.

Imagen creada usando Power Point

Soy asidua lectora, me gusta el libro en físico, los prefiero a los audio libros, quizás es una antigüedad, mas así leo mas cómoda. Suelo estar acompañada de un nuevo texto generalmente, mas sin embargo, cuando la nostalgia me atrapa, o quiero recobrar alguna ilusión, vuelvo a sus páginas y allí siento que al igual que cuando tenía 18 puedo volar en las alas de un ave y sentir que si nosotros queremos todo es alcanzable, los sueños son realizables y que además: Ningún lugar está lejos.