20° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS./ ¡Casa en llamas! Por @Wanusagi

¡Mi casa en llamas!

Descansando apaciblemente un domingo en la mañana, me preparo un café. Mientras, los niños, Tomás y Laura, duermen en sus respectivas habitaciones, en la parte superior de la casa. Emilia, mi esposa, también sigue acostada. Tiene dolor en la espalda, y está muy cansada. El perro está muy inquieto, ladrando hacía mí. No le prestó interés. Sin embargo, de pronto, notó en la ventana de la cocina que algunos vecinos se acercan, horrorizados y todos señalan hacia arriba. Yo salgo al patio distraídamente y...

¡Me doy cuenta está saliendo mucho humo de la parte superior de la casa!

¿Pero qué pasó?

Por un momento no reaccioné. Escuché vagamente a mis vecinos decir que deberíamos llamar al número de emergencia. Parpadeé varias veces, esperando que alguien dijera que era una broma. Pero era en serio.

—¡Mi esposa y mis hijos! —Exclamé, yendo rápidamente como un relámpago a dentro de mi hogar.

El olor a quemado comenzaba a persistir en el aire cuando atravesé el comedor, tapándome mi nariz con mi codo para evitar dificultad al respirar. Subí por las escaleras llenas de humo y ardían mis ojos. Había humo por todas partes. Casi no podía ver nada.

apareció en la entrada de nuestra habitación, agachada en el suelo y tiró de mi pierna, me incline para ayudarla a levantarse.

Sin embargo, noté como mi esposa.

—¡Tomas, Laura! ¡¿Donde están?! —Gritó, respirando aceleradamente.

El cuarto de los niños estaba al final del pasillo.

—¿Puedes gatear hasta afuera? —Pregunté, mirando cómo el humo parecía salir de una habitación.

—¡Sí!

—¡Iré yo por los niños, sal de aquí! —Le indique rápidamente que se cubriera la nariz y saliera lo más rápido que pueda. Ella lo hizo mientras yo continuaba.

El calor arrasaba en el aire e parecía que quería impedir continuar. Tosí y entrecerraba los ojos. Tuve que usar bastante fuerza para abrir la puerta de ambas habitaciones sin importarme si la rompía. La primera en ceder fue la del cuarto de mi hija. Enseguida grité su nombre y tosí, casi perdiendo el equilibrio de mi cuerpo.

Mi pequeña Laura salió debajo de la cama, con cara de alivio y sollozando.

Rompí mi manga de la camina taparle la boca y la tomé en mis brazos. Por si acaso cubrí su rostro en mi pecho. Me dirigí al cuarto de su hermano mayor, en esta si tuve que darle una patada agresivamente porque sentía que en cualquier momento me desmayaría por el calor. Cuando logré abrirla, hubo una explosión de calor y me arrojé lejos al suelo, mientras caía escombros alrededor.

Me levanté rápidamente y vi la habitación en llamas.

—¡Tomas!

El fuego comenzó desde la habitación de Tomas, y se extendía sin control. Sin embargo, ante de saber que estaba siquiera haciendo, dejé a Laura un momento y me adentré a la habitación ante de que el fuego no me dejará escapatoria.

Por suerte, Tomas estaba en una esquina de su cama en posición fetal y dio un respingo cuando me vio.

—¡Papá! —Chilló él, asustado, apuntando hacía al fuego—. ¡¿Qué pasó?!

Tiré de él e hice el mismo procedimiento que realicé con Laura. Con fuerza, corrí a la puerta y la cerré como pude. Enseguida tomé a mi hija otra vez y seguí corriendo.

Corrí por la vida de mis hijos y la mía.

Corrí y sentía que el oxigeno se perdía. Corrí y tosí más desesperando. Corrí, pero poco a poco, mientras más llegaba a la salida, arrastraba los pies. Me tuve que apoyar de algo y perdí la conciencia ante de saberlo.

Sin embargo, los bomberos ya había llegado cuando me desplome y nos salvaron a la mitad del comedor. Toda mi familia fue trasladado al hospital por intoxicación. Mis hijos y yo teníamos quemaduras en los brazos y piernas. La casa quedo hecha cenizas.

Pasaron varios días cuando desperté. y mi esposa me comentó que el fuego inició por un cortocircuito en el enchufe del televisor del cuarto de Tomas.

Nos recomendaron diversas prevenciones y recomendaciones para el futuro. Tendremos más precauciones y seguridad, mi esposa o deja de leer más información y en la escuela de mis hijos los profesores se animaron en realizar una obra de cómo actuar en un incendio.Pero yo flotaba de alivió porque mi familia estaba a salvo.

¡Gracias por leer!