^{Imagen hecha en canva}

Aquí me encontraba yo con la música en alto en mi auto, sonaba Adele con Can I get it por el sistema de sonido mientras cruzaba en la siguiente calle, yo tarareaba, era un día de locos, con la boda cerca tenía hoy que organizar la decoración del lugar y hablar con Pilar, quien estaba ayudándome a seleccionar electrodomésticos para hacerlas llegar a mis invitados, y no es que en Venezuela se maneje ese estilo pero mi familia quería darme algo puntual y me pidieron hiciera una pequeña lista, muy amables de su parte en realidad.

Mi teléfono comenzó a sonar y respondí.
-Estaba por llamarte, estoy llegando al centro comercial, estaciono y subo a la tienda, le dije a Pilar.
-Hola novia, te espero, ando conversando con una amiga aquí en Veco.
Baje del auto y tome mi cartera, salude a algunas personas y tome las escaleras eléctricas. Llegue al lugar y recibí un abrazo de mi amiga y dama de honor.
-Baby, tenemos un día largo por delante, toma. Me paso un mini velo sujeto a una diadema
-Estas loca Pilar, pero te adoro. Me lo puse y ella se puso otro con mariposas, estaba chiflada.
-Quiero ir a la sección de vajillas, te juro que estoy en la edad de querer platos de todos los colores y tazas.
-Perfecto, comencemos por allí.
Revise muchos estilos y anotamos precios y modelos, revise sartenes, vasos, ollas, cuchillos, tampoco quería abusar en cuanto a precios, seleccione un poco de todo.
-Miranda, crees que la sección de navidad se pueda incluir ¿te gusta?
-Me encantaría, sería diferente recibir una caja de guirnaldas de diversos colores y tener un árbol de navidad arcoiris, porque es lo que pasará.

-Puede ser, tenemos navidad muy cerca y la boda.
Caminamos y finiquite con la tienda algunas cosas importantes.
-Sabes que Fabian no es partidario de la navidad desde la muerte de su hermano, a pesar que su familia le ha hecho hincapié en que no fue su culpa lo que sucedió, quizás aun no esta listo para una cena navideña y lo que eso incluye.

Nos sentamos en unas sillas aledañas a una tienda de helados, y me sentí un poco triste, a pesar de todo lo que he hecho, lo que mi amor ha despertado, lo mucho que he ayudado según el, no puedo traer al viejo chico del que me enamore.
-Has sido muy valiente, sabes, quizás por eso sigo soltera, no tengo paciencia Miranda.
-Ay Pilar, eres muy dura a veces, pasa que cuando te enamoras haces todo por hacer que esa persona pueda estar bien, sacrificas muchas cosas y hasta renuncias a otra, amo la navidad y no me importa no hacer algo porque sé que será temporal, solo han pasado tres años desde entonces.
Nos trajeron a ambas dos barquillas de mantecado. Estaba deliciosa.

-Yo pienso al contrario, no debes renunciar a nada por nadie, quizás más adelante eso no funcione.
-Eres mi dama de honor, deberías estar hablando de lo bello que es el amor, no deprimiendome con tus citas estilo grinch.
-Lo soy, es cierto, soy pésima en esto pero te lo dije, solo debía hacerme cargo de la despedida de soltera y tu amiga Laura la sensible de esto.
Nos reímos ambas, y mi teléfono repico.
-Ay no Miranda, cero llamadas, es nuestro día, aun nos falta mucho que ver, así que levanta ese lindo trasero, nos vamos.
Guarde el teléfono, seguro Fabian ya habría salido y quería ir a cenar o algo similar.

Mientras tanto...
-¿Nos vamos?, le dijo la rubia a Fabian.
El solo pensó en que le hubiera gustado oír su voz por ultima vez, ella lo odiaría, pero no podía casarse con ella, el no la merecía.
Se oyó la voz de abordaje al avión rumbo a Chile y el tomo su anillo y lo metió en su bolsillo.