#club75//31° Concurso de redacción de historias// El Reencuentro// Por @vivigibelis

Julia y José se conocieron en una fiesta, ambos muy jóvenes, hicieron conexión casi inmediatamente. Julia un poco introvertida, pero con un mar de sueños, esperanzas e ilusiones, gusta de la buena comida y de las actividades al aire libre; por su parte José, un joven amante de los deportes y de la música. Aparentemente nada en común. Al terminar la secundaria, ambos tomaron rumbos distintos, fueron a diferentes universidades, hicieron sus carreras, por lo que perdieron el contacto entre ellos.

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Años más tarde, en un partido de futbol infantil, los chicos estaban jugando una final, cada equipo estaba dando todo en la cancha, en una jugada, uno de ellos comete una falta pero el árbitro no la canta y el partido termina empatado, los padres de los jóvenes van hasta la cancha a buscar a sus hijos, cuando uno de ellos le da la mano a otro del equipo contrario y le dice que jugó muy bien y el chico le respondió que él también había jugado muy bien, y le dice papá, él es el chico del otro equipo del que te he hablado y ella es su mamá, cuando se saludan...

Julia mira sorprendida a José, casi 10 años sin verlo, se ve igual a como lo recordaba a diferencia de su barba que abunda en su rostro pero afina sus rasgos.

_Wow, cuanto tiempo sin verte José, tu hijo juega muy bien y comparte con Samuel su amor por el fútbol.

José la mira de pies a cabeza, observando la belleza radiante de Julia, siempre brillo y no solo por ser rubia, sino por su presencia.
-Lo mismo digo, es un placer verte de nuevo.
-Papá ¿puedo ir a casa de Samuel? el equipo igual celebrara y las señora Julia invito a todos .
José mira a su hijo y asiente, Julia siempre fue de fiestas y muy bondadosa.
-Si quieres puedes venir, haré perros calientes para los niños y helados, jugo para los adultos.
En el fondo ella desea acepte, le impresiono verlo, luego del divorcio con el padre de Samuel se cerro a toda posibilidad en el amor.
-Claro que si, comprare algo para llevar y estaremos en una hora en tu casa.
Toma de la mano a Mauricio, su hijo.
-La dirección es calle paz entre bracamonte y fe. Casa numero 16.
-Gracias Julia.

Ambos caminan a la salida y al tomar distintos caminos se miran y sonrien.
Julia tiene curiosidad por saber si esta solo, si tiene más hijos, que fue de su vida, lo descubrirá esta misma tarde.

-Cariño, ¿te sientes bien? jugaste increíble. Dice al volante camino a su casa.
-Papá no vino al partido Mamá, apuesto a que quiere más a sus nuevos hijos que a mi.
-Mi amor no es verdad papá te adora, solo esta de viaje y te dejo algo en casa, lo envió con tu tío.
-No quiero regalos mamá, lo extraño pero no debo hacerlo, papá es malo, no nos quiere.
-¿Y no es suficiente con que yo te ame 55 millones?, le dice sonriendo.
-Solo sumale otros millones más, ambos se ríen.
-Estaremos bien mi amor, te lo prometo.

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Llegan a su casa y ya hay otros autos estacionados a las afueras.
-Pasen adelante. Minerva es tu casa, Sonya deje en la mesa las cosas de los perros calientes, Esteban te deje el asado a ti, es tu especialidad.
-Claro que si, traje la parrillera, gracias por permitirnos celebrar este empate en tu casa Julia. Los muchachos lo hicieron bien.
-Así es Esteban, hay que incentivarlos y apoyarlos pase lo que pase.
Todos entran y se instalan en el patio y las demás madres en la cocina. Hay una piscina lista para los niños y llos van a cambiarse.

Tocan el timbre y Julia sonrié, abre la puerta y esta allí José, mauricio y una chica cabello negro, se siente como una tonta al no invitar a su esposa en el terreno de juego.
-Hola, pasen. Mau, Samu esta en el patio, ve.
-Gracias Señora Julia, mi papá trajo más comida y mi tía pastel. Dice y se va corriendo.
Julia mira anonada, casi mete la pata.

-Carla no recordaba que crecieras tanto, pensé estabas en canada pero pasen, siéntense.
Caminan hacía la sala y toman asiento.

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-José me dijo que te vio y se le iluminaron los ojos, estaba pequeña cuando ustedes andaban pero te recuerdo.
Ambos se sonrojan.
-Ay no, pena a estas alturas chicos, además vine por esos perros calientes, no tengo hijos pero quería saber de ti y ahora que supe conoceré a los demás, permiso.
Sale y los deja a solas.
-¿Te casaste? dicen ambos al mismo tiempo. Rien a carcajadas.
-Tu primero, dice José.
-Si, estuve, me divorcie hace 3 años y ha sido difícil por Samu. y ¿que hay de ti?
-No, tuve mi pareja, madre de Mauricio pero no funciono y ella tiene su familia ahora y llevamos buena relación. En el fondo nunca hubo nadie como tu.
-Tampoco para mi, y ya que somos adultos pues no me da pena decirlo, fue una agradable sorpresa verte, no creo en el destino pero si en las causas.
-Tampoco soy un niño, dejarte ir fue rudo, pensé que no teníamos nada en común pero lo tenemos y mucho. Te traje algo.
Ella observa la cajita que el saca a la luz y camina y se sienta a su lado.
-Me la diste días antes de irnos a la universidad, dijiste que si te veía después te la regresara y que me dirías el motivo.
Ella siente ganas de llorar, como si fuese sido ayer, el símbolo de esa cadena con la estrella. La toma y lo mira a los ojos.
-La estrella te guiara a mi cuando más me necesites y brillare para ti.
-Ahora es cuando más te necesito y no estoy dispuesto a perder de vista a mi estrella esta vez, antes lo hice porque era lo correcto, no iba a cortar tus alas, eres una gran escritora.
-Y tu un gran ingeniero, ambos se ríen y se toman las manos.
-Podemos ir despacio, conocernos como adolescentes, tengo 34 años y no hay prisa.
-Yo 33, y no. esta vez no la hay.
Le coloca la cadena y le besa el dorso de la mano.
-Hablaré con Samuel luego, su opinión es importante. Se levantan para ir al patio.
-Lo es, pero el sabe de ti, ha visto muchas fotografías, es un niño inteligente.
-La felicidad de ambos es lo importante Julia, prometo hacer las cosas bien y sin escapar para una maestría ahora.
Ella se rié.
-Lo pensaré.

Se van detrás de sus hijos y comienzan a jugar con las pelotas de playa. La vida debe darnos otra oportunidad, y mientras piensan eso ambos, por otro lado un avión aterriza en la ciudad.