40° concurso de redacción de historias. / ¡Doble vida!

^{Imagen hecha en canva, Fuente de imagen}

Jesús y Jazmin, una hermosa pareja que llevan una relación de 2 años. Jazmin, dueña de una empresa de modas, emprendedora, alegre, entusiasta, suamemente sociable. Por su parte Jesús, empresario digital, viaja por el mundo haciendo negocios, alegre, analítico, amante de las aventuras. Ambos prósperos e independientes, la pareja ideal según lo ven la prensa y todos los amigos, la sociedad donde se desenvuelven. Pero Jesús tenía un secreto bien guardado, algo que le estaba comiendo por dentro, amaba a Jazmin inmensamente, pero algo hacía que no le podía decir, no lo podía comentar con nadie.

En algunos de sus viajes de negocio, a los cuales siempre iba solo, tardaba unos días más de los previstos, "cosas de último minuto", siempre era lo que decía. Jazmin notaba que a veces se apartaba y hablaba por su teléfono con cierto recelo, ella nunca le revisó el teléfono por un acuerdo que hicieron de mutua confianza, sin embargo, en las últimas semanas era más seguido. Una tarde mientras paseaban por el bosque, Jesús no aguantó más, y dispuesto a confesarle a Jazmin sobre su doble vida, le dijo...

-Sé que eres intuitiva, muy inteligente y perspicaz, sabes porque te traje a este lugar Jazmín, es hora de ser honesto y sacar esto de mi antes que acabe con todo lo que tenemos.
Jazmín lo miraba detenidamente, tomo asiento en el suelo y tomo una ramita del piso.
-Si, es el momento, sabes, pensé estaba viendo cosas sin sentido, a veces las mujeres tienden a crear fantasmas donde no los hay pero honestamente Jesús, no puedo seguir aparentando que todo es perfecto porque no lo es, un día eres alguien diferente y al otro eres atento, no lo comprendo.
-Sabes que te amo, dijo mirándola, se sentó frente a ella, que yo soy real, que no quiero lastimarte. Trato de tocar su mano pero ella la retiro.
-Dime que esta pasando, ahora, deja de darle vueltas.
-Me creerías si te dijera que todo esta resolviéndose, que pronto estaremos bien en todo el sentido, yo...
-Jesús, sino hablas me iré, hay alguien en casa esperándome, sino me dices la verdad, el lo hará.
-¿Contrataste un detective privado?
-Mucho mejor que eso, ahora te escucho.
Jesús se levanto y se detuvo mirando al horizonte, Jazmín podía ver lo nervioso y quizás alterado que estaba.

-Mi padre era un hombre que le gustaba enamorar a las chicas menos afortunadas, cuando encontró a mi madre trabajando como sirvienta en su casa no dudo en engañarla y obtener lo que quería, mamá tuvo dos hijos, gemelos, fue una noche muy difícil para ella según sé, los niños eran idénticos, Jaime y Jesús. Ella muere y ambos son educados por la familia de su padre, entre un ambiente frío, hostil pero con riquezas, al menos Jaime creció con mucha ambición y a su padre eso lo enorgullecía, así que ambos fueron a las mejores universidades y salían con las mejores chicas, hasta que una hermosa mujer cruzo conmigo hace unos años en la universidad.
Jazmín sabía que hablaba de ella, jamás olvidaría ese día, lo que sintió al cruzar su mirada con el.
Jesús, volteo a verla.
-Fue una atracción automática, me sentía feliz porque en medio de todo lo que vivía, fuiste esperanza, pero sucede que Jaime se intereso también, a veces pensaba que le gustaba lo mismo que a mi por solo molestarme y no me equivocaba, le pidió a Padre que lo ayudara a casarse contigo.
Jazmín recordaba como siempre sintió que Jesús parecía ser dos personas a la vez.
-¿Estoy casada con tu hermano gemelo?, ella se levanto, tenía lagrimas en su rostro.
-No, estas casada conmigo Jazmín pero el llego muchas veces a ser yo y es lo que no puedo perdonarme, entiendes. Esas llamadas es el o mi padre amenazándome, he tenido episodios que no creerías, accidentes repentinos, ausencias largas y allí es donde entra Jaime, el te quiere para el, como un trofeo de que puede ser mejor que yo. No he podido decirte la verdad antes porque soy un cobarde que detesta dañarte y sin embargo soy el causante de tus tristezas.
-No se con quien me case, esto es absurdo. Aléjate de mi y tu familia, quiero estar sola, ella camino y allí apareció Jaime, pensó.

-Jaz, ¿a donde vas?, aléjate de ella idiota, vengo por mi esposa. Varios autos acompañaban a Jesús.
-¿Qué?, dijo ella. Los miro a ambos, que clase de juego es este, no soy un objeto del cual pueden disponer.
-Muy oportuna tu presencia hermanito. Dijo sacando un arma. Jazmín se asusto, pues apuntaba a el.
-Soy yo nena, Jesús, el no es quien dice ser, créeme.
Jazmín sintió familiaridad en esa voz, algo le decía en su corazón que era su amor. Decidió arriesgarse y salvarlo. Corrió a el, acto que enfureció al Jesús falso, que no era más que Jaime. Disparo a ella y cayo en los brazos de Jesús. Se escucharon dos detonaciones más, Jaime cayo al piso, Jesús sostenía a una Jazmín.
-Nena, no te vayas, quédate, por favor. Perdóname. La beso
-Eres tu, le dijo y se desvaneció.