Desperté a las 7:30 de la mañana dando gracias a dios por un dia más de vida. Me levanté hice mi aseo personal y preparé rápidamente el desayuno, en lo que se cocinaban mis arepas me fui vistiendo y desperté a ceci ya que teníamos que ir al centro a comprar algunas cosas para ella. Desayuné, y la comida de ceci me la llevé en una tacita porque ella no suele desayunar al levantarse, y como debíamos salir lo más temprano que pudiéramos no quería perder tiempo.

Así que nos terminamos de arreglar, hicimos nuestro bolso y salimos. Cuando llegamos a la intercomunal por suerte pasó un carro por puesto el cual hace muchos años que no veía ya que últimamente solo hay autobuses. Llegamos en 5 minutos al centro, no había trafico y además el señor tomo caminos cortos porque todos los pasajeros íbamos al mismo lugar.

Al llegar al centro lo que hicimos fue bajarnos justo en el banco para sacar el efectivo que mi papá me había prestado, afortunadamente habían 5 personas en el banco asi que yo ahí literal estuve tres minutos que fue lo que tardó el señor de la taquilla en darme el dinero.

Empezamos nuestro camino y visitamos varias tiendas, entramos en una para ver juguetes para mi sobrino, porque a mi hija ya habíamos juntado el dinero y su papa se lo compraría en el centro comercial. No vimos nada que me gustara para él pues como es un bebé se complica encontrar un juguete.

Después pasamos por el sitio de las telas y compramos una que necesitaba mi hija para hacerle un tutu, también compramos el hilo y la elástica.

Al salir de allí la niña me dijo que tenía hambre asi que le compré su malta y nos sentamos para que desayunara tranquila. Una vez que comió visitamos otras tiendas, estuvimos largo rato caminando en el centro. En una de ellas le compré una paleta de sombras de escarchas para que juegue, en si la paleta es de adultos pero ajam esa es la que pinta de verdad.

Al salir de allí nos fuimos a tomar el autobús y ya eran las doce del mediodía. Antes de subir ceci quería un chocolate así que compré eso y unas tocinetas para mí. Ustedes saben que salir con niños es una gastadera y ella básicamente se antoja es de un dulcito. De regreso a casa nuestro compañero de asiento era un señor bastante mayor quien me contó un poco de su vida y hasta una oración hizo por nosotras. Ceci se me durmió en el autobús así que mi papa tuvo que ir por nosotras para que la cargara.