13avo CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS!! / Por @sagecarlos en Scouts
Yo Náufrago
Un placentero viaje por el Caribe, a bordo de un hermoso y lujoso Velero, con 5 amigos del trabajo, aprovechando unas vacaciones. De repente, una tormenta se forma y cae sobre nosotros. Se daña el motor y quedamos a la deriva, con vientos y corrientes alternantes y agresivos. Al amanecer, observamos el cielo despejado, pero... el velero no se mueve! Hemos encallado, en un arrecife, observamos la costa y vemos mucha vegetación y un par de montañas, decidimos bajar y explorar. Sorpresa!, es una isla, no muy grande, volvemos al velero, la batería está muerta, no hay radio ni señal de teléfono celular, entramos en pánico. Estamos en una isla, solos, hemos naufragado!...
Nos bajamos del velero a recorrer la isla, decidimos que se quedara Maria Alejandra a recoger las cosas que servían del bote, recogiera la comida y todo cuanto pudiéramos necesitar. Mientras tanto Luis y Daniela recorrerían la costa y Carlos y yo nos adentraríamos a la isla para buscar una parte alta y visualizar mejor todo.
Pasaron unas 3 horas, no llegamos a la parte de alta de la montaña, más bien parece un volcán, decidimos mejor regresar e instalarnos y al otro día bien temprano subir todos juntos. Al regresar al bote, las cosas estaban todas juntas debajo de unos cocoteros, subí al bote a buscar a María Alejandra, pero no estaba. La busqué con la mirada por toda la costa, visualicé en el horizonte a un grupo de personas que me llamó la atención, tenían sujetados a Luis, Daniela y María Alejandra, Carlos y yo salimos a buscarlos a ver qué pasaba.
Decidimos mantener distancia, los seguimos por un rato hasta que de pronto vimos humo, había humo de fogatas, al acercarnos vimos unas chozas de palo, barro y paja, unos aldeanos, habían varios botes pequeños y tenían redes de pescar y lanzas, estábamos confundidos, de repente escuchamos un grito...
Ayuda!!!
María Alejandra era sujetada por tres mujeres, Luis y Daniela fueron encerrados en unas jaulas hechas con palos, Dios, qué pasará, no nos atrevimos a acercarnos más, eran muchas mujeres, y pocos hombres, dónde estarían los otros hombres?
Una anciana se le acercó a María Alejandra, con un cuchillo en la mano, temíamos lo peor, la tomó por el cabello y le puso el cuchillo en la frente, y de un solo tajo, le cortó su larga cola de rizos rubios, ella lloraba de angustia y de miedo, luego le rompió la ropa dejándola totalmente desnuda, todas miraban su blanca piel con mucha curiosidad, sus brazos, su espalda y pechos cubiertos de pecas les llamaba mucho la atención, nunca habían visto nada así.
Luego vimos que llegaron dos botes, en ellos venían 4 hombres, vestidos con pantalones y camisas blancas, hablaron con las mujeres y les entregaron a Luis y a Daniela, los subieron al bote, luego el más alto de ellos buscó una chaqueta y se la puso encima a María Alejandra para cubrirla, pero la anciana se interpuso entre ellos con el cuchillo en la mano, el hombre retrocedió con las manos arriba y la mirada abajo, subieron a los botes y se marcharon.
María Alejandra fue metida en una de las chozas, esperamos, no sabíamos qué hacer. Veíamos los botes alejarse hacia el oeste de la isla con nuestros amigos. Decidimos volver al bote y tomar lo que nos pudiera servir, buscamos armas, conseguimos una escopeta y una pistola de señales, las tomamos, fuimos a buscar a María Alejandra, estaba oscureciendo, decidimos esperar.
Llegada la noche, las mujeres de la aldea encendieron una gran fogata y se sentaron alrededor de ella, tocaban tambores y cantaban. De pronto vimos salir a María Alejandra, caminaba vestida con una gran manta dorada, brillante, la sentaron en una especie de altar, al parecer la estaban idolatrando, nos descubrieron! Nos tocaron con unas lanzas muy afiladas, nos llevaron a la aldea, no entendíamos su idioma, estábamos aterrorizados.
De pronto aparece el hombre alto con otros señores y con nuestros amigos Luis y Daniela, todos vestían de Blanco. Él habló en lengua extraña, nos miró y nos dijo que nos levantáramos y nos acercáramos. La anciana nos miró y le dio una seña a una de las mujeres quienes nos rasgaron las ropas y nos dejaron totalmente desnudos, echaron las ropas a la hoguera.
El hombre nos dijo que estábamos bien, que era una tribu de mujeres, que tenían la creencia de que el hombre blanco debe vestir del mismo color de su piel, y que otras ropas ofenden a sus dioses, además, María Alejandra era la viva imagen de la Diosa del Amor y del Fuego, su Diosa, pasaríamos esa noche en la aldea brindando en su honor, y al otro día nos llevarían al otro lado de la Isla donde hay un puerto donde estaba el bote en el que nos llevarían a puerto seguro.
Esa noche, la tribu festejaba la visita de su Diosa del Amor y del Fuego, con cantos, bailes, comida y bebida.
Invito a mis amigos @hortendvms, @victoria09 y @volcom30
Excelente propuesta amigo @sagecarlos.
Una increíble historia historia, con un final inesperado también.
Imagínense que parecerse a una Diosa... pobre María Alejandra, le cortaron su larga cabellera rubia.
Muy bien.
participante # 04
Magnifica historia! me encantó.