45° Concurso de redacción de historias. La mujer del Bosque by @nghsilver
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Bernardo y su esposa van a pasar unas vacaciones en una casa en las montañas, Kristina, va muy emocionada, ya que ella es escritora y necesita de un espacio libre, silencioso y natural para terminar su libro, el cual está inspirado en una mujer misteriosa. Al llegar y ver los árboles y el bosque, sentir la brisa fría, se siente en ambiente y una vez que se instalan, ella empieza a escribir. Mientras tanto, su esposo se dispone a encender la chimenea, preparar la cena y luego de cenar sirve dos copas de vino, le da una copa a su esposa y se acomoda en un sillón a leer un libro.
Al otro día, mientras Bernardo cortaba leña, entre los árboles vio a una joven mujer, pelirroja, hermosa, ropa de campo, él la saluda, pero ella no responde, solo se lo queda viendo, él decide acercarse a ver si todo estaba bien, cuando ya estaba cerca, ella empezó a correr internándose en el bosque, él la siguió, le gritó que se detuviera un momento, sin percatarse, se internó tanto en el bosque que se perdió. La esposa salió de la casa, estaba contenta porque había terminado su libro, pero no encontró a su esposo... link del preámbulo
Con el corazón en mano y ojos en modo francotirador buscó algún indicio en los alrededores de la cabaña. Poco tiempo después halló los troncos a medio talar y un hacha con grabados extraños en el filo. Casi al instante de tomar la herramienta vio un rastro de pisadas que llevaba a las profundidades del bosque.
Ella conocía los mitos de aquella vegetación, pero el corazón se movió antes que la razón e hizo que se sumergiera en el cómo tiburón al pez.
El camino era complicado, pero con el paso de los minutos se iba despejando. Flores de todos colores rodeaban el camino que cada vez se hacía más recto y claro. Era hermoso... demasiado para una época que rozaba el otoño.
Cuando creyó que todavía estaba bajo el dominio del alcohol, halló a su amado Bernardo en una encrucijada. Él se abalanzó sobre su amada para abrazarla, y ella casi lloró, de no ser porque le ganó la rabia.
Se separó del abrazo y pidió sus merecidas explicaciones. Él había salido corriendo para ayudar a una chica que estaba en apuros, él fue tras ella, hasta que se perdió en el bosque en un simple pestañeo.
-Ese ímpetu por ayudarla es increíble, más viniendo de ti- Respondió ella, luego de escuchar como se defendía su marido. Estuvo mirándole a los ojos en cada palabra que daba para defenderse...
Y cuando terminó de hablar, no dijo palabra alguna para reclamar.
-¿Me ayudas a buscarla? No creo que ande muy lejos- Dijo él
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No pasó mucho para hallar al primer animal del bosque. Era un conejo del tamaño de un perro, con pelaje plateado y ojos negros. La modesta escritora de mediana edad tuvo un gran ataque de ternura, que le hizo cargar al conejo como a un hijo. Bernando miraba la escena y se partía de la risa.
Como pesaba mucho, Kristina se cansó rápido. Dejó al conejo a un lado del camino, y le dio la ya incargable hacha a su esposo, quién la recibió con algo de recelo.
La escritora se sintió más nerviosa y preocupada. El atardecer estaba por llegar, y no había rastro alguno de la persona que buscaban. No se dio cuenta del paso del tiempo. Convencida de que ya habían llegado tarde para ayudar a la mujer, sugirió regresar a la cabaña. Bernardo insistió en seguir buscando, y ante esto, Kristina preguntó:
-¿Crees que siga con vida?
-Tan viva como nosotros. Venga Kristie, sigamos buscando.
Ella aceptó de la forma más neutral posible, y siguieron en el largo trayecto. Pocos minutos después, ya sea por las misteriosas tierras, o quizás por alucinaciones por cansancio, llegaron a la cabaña que habían rentado.
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Bernardo cayó de rodillas, y lloró a cántaros. Kristina solo miraba la cabaña... perpleja por la realidad.
En su ataque de revelación, tomó el hacha y se sintió más convencida de lo que tenía que hacer. Sus manos temblaban de miedo, pero su corazón le daba la estabilidad necesaria para caminar...
Fue hasta la cabaña, y clavó el filo del hacha en la puerta. La herramienta brilló como el sol de marzo, e hizo desaparecer la puerta. No se podía ver el interior de la cabaña, y la intuición de Kristina estaba tan abrumada como ella.
Estuvo tentada a mirar atrás... Y cuando quiso intentarlo, escucho que alguien le gritaba que no lo hiciera. Era bernardo, su voz de caballero era distinguible entre millones.
Saltó hacia el vacío. Frente a ella estaba un bosque brillante de árboles gigantes, y una corriente de agua que podría arrastrar incluso toneladas de acero.
Sin siquiera poder procesar lo ocurrido, la mujer que rompió su barrera del miedo vio a su amado siendo arrastrado por los brazos de la corriente. Corrió como no nunca lo hizo un olímpico gritando el nombre completo de Bernardo. Él no sabía nadar, y en la carrera no se veía cosa alguna para rescatarlo... A excepción...
Kristina dejó atrás su última gota de cordura y miedo, y se arrojó al agua para intentar que su esposo no se hundiese en las aguas. El agua no les permitía tomar ni una pizca de aire, la muerte estaba acercándose con sigilo, y Kristina no lo iba a dejar hacer su labor, no era el día. Aferrada a si esposo, buscó con agresividad sus labios, y lo hizo respirar el mismo aire que ella. No sabía cuanto tiempo podía mantener ese pequeño aire de vida... Pero se mantuvo junto a él, hasta que ambos llegaron hasta el límite de la corriente, en el cual los esperó con mucha paciencia una caída abismal.
Bernardo vio la caída, y entre tos y tos, hizo lo posible para que su esposa no abriese los ojos... Teniendo ya algo de voz, la felicitó por todo lo que había hecho para llegar hasta este punto.
Él vio todo, desde que espectro del bosque la encontró, hasta que llegó hasta la cabaña. Todo a través de sus ojos, o eso entendió él. No se dejó engañar por la apariencia, pudo ver a través de la mentira... y salió a flote.
-Sea como termine esto, será el mejor final. Contigo todo fue, es y será felicidad.-
Dijo el hombre que no creía en la magia, pero si en su mujer. Kristina no podía hacer más que llorar, su voz no le respondía. Solo quería que todo acabase de una vez por todas. Caminar en vida o en muerte con bernardo, ahora o nunca...
Y poco tiempo después, sintieron como la caída se convertía en una simple brisa.
Bernardo vio su alrededor, y se paró en unas aguas ahora tan serenas como su antigua monotonía. En sus brazos, yacía sin energías, y con los ojos hinchados, una mujer que había derribado un castillo por volver a sentir aquellos brazos.
A la orilla del río, estaba la mujer pelirroja. Bernardo se acercó a ella y le preguntó a qué había venido tanto alboroto.
-Buscaba tener algo que no me pertenecía, solo para... engañarme durante otro siglo entero.-
La chica señaló unas piedras llenas de moho, y susurró:
-Mi amor está allí, pero no lo pude alcanzar... Me perdí buscándole, y nunca lo encontré...-
Ahora señaló una calavera amarillenta, a los pies de bernardo.
Comprendido todo, bernardo acomodó a su esposa para llevarla en sus espaldas, y puso los restos encima de la improvisada lápida. Estos se hicieron polvo, y volaron con una suave brisa que se elevó a los cielos. Pudo verse a la misteriosa chica, y a un joven de rasgos finos, con ropas tan humildes como las de ella, corriendo entre empujones y palabras de nostalgia por los caminos de la inmortalidad.
A la mañana siguiente, ya despertada Kristina, Bernardo se preguntó cómo había descubierto a la espectro, y la respuesta fue muy simple:
-No me preguntó si ya había terminado mi dichosa obra-
Ambos rieron de felicidad, y pasaron el resto de su estadía entre felicidad y paz.
Pido disculpas por lo extenso del relato, se me fue la mano. Y si llegó hasta el final, se lo agradezco con todo mi corazón. Si tienen curiosidad por conocerme, aca les dejo mi Logro 1 lol
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Peace & Love!
La fantasía y la realidad, mezcladas en un relato que desprende de un encuentro que busca respuestas en un mundo inexistente, movidos por la magia de los sueños y la imaginación, Kristina y Bernardo viven el final de su novela para luego, desprendiéndose de todo lo material, vivir su amor y sus años venideros en paz y felicidad.
Excelente relato amigo @nghsilver
Participante # 07
Saludos. SLPS