38° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS. /¡Perdidos! / Por @nellita66

Sara estaba de vacaciones con sus amigas, fueron al desierto de nuevo México, nunca habían estado ahí, pero decidieron que sería una nueva experiencia. Era un lugar árido, con algunas montañas, valles y sabanas. Al otro día de haber llegado, decidir ir a explorar los alrededores, adquirir un mapa en la recepción del motel, preparar unas mochilas con suficiente agua y comida para un día.

Ellas empezaron a caminar, se internaron por entre algunas colinas, vieron un río muy fino en el fondo de un valle, bajaron y pasaron el día allí, ya eran casi las 5 de la tarde, quisieron regresar, el asunto fue que no consiguieron el camino por el cual habían llegado hasta allá. Empezaba a anochecer, gritaban, sus teléfonos no tenían cobertura, el aullido de un coyote las paralizó...

Cuando escucharon los aullidos entre la maleza, comenzaron a temblar de miedo, pero la valiente Sara dijo:
-Tranquilas, es solo un coyote, son inofensivo y rara vez atacan a los humanos.
Una de sus amigas respondió
-Es cierto, pero sé que cuando un coyote está enfermo de rabia debemos alejarnos de ellos, porque son muy peligroso.
Otra de las amigas de sara comentó
-Creo que los humanos rabiosos, son más peligrosos que los coyotes. jajajajaja
Todas comenzaron a reírse, esto relajó la escena por un momento, luego se sentaron en unas piedras grandes a pensar en un plan para salir de allí.
En realidad, estaban muy asustadas, hasta que volvieron a escuchar más cerca el aullido.

Esta vez notaron que, entre la maleza, había dos ojos verdosos brillantes que poco a poco se abría paso hasta que quedó completamente visible.
Todas se levantaron y comenzaron a esconderse unas detrás de la otra.
En efecto, era un hermoso coyote herido, al parecer un animal más grande lo atacó y lo hirió.
Las asustadas jóvenes por un momento se preguntaron que harían.
Sara dijo
-Cálmense, vamos a acercarnos poco a poco para ganarnos su amistad, estos animales mientras no estén enfermos no son peligrosos.
Luego buscaron una pequeña linterna y miraron las características del canino, para ver si tenía la enfermedad de rabia o algún indicio de peligro.

Se dieron cuenta de que su pata sangraba, así que tomaron un botiquín de primeros auxilios que habían llevado y le curaron su adolorida patita.
Una de las chicas recordó que al comenzar su recorrido había perdido su bufanda, así que dijo
-si le damos una prenda mía al coyote, nos llevará a casa? Son animales con un gran olfato, probemos.
Resulta que este coyote era un animal doméstico que se había escapado de casa. Afortunadamente estaba entrenado y cuando le dieron la prenda dirigió a las jóvenes hacia el destino correcto.
Las jóvenes estaban tan agradecidas de este valiente animal, que querían llevárselo a casa.
Pero el animal después de ponerlas a salvo hizo un gesto de despedida y se marchó.

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