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El eco, efecto boomeran

Dicen que la vida devuelve lo que le damos, algo así como un efecto eco, es decir, si lo que decimos en voz alta es una buena palabra, lo que escucharemos en la onda que se repite será lo mismo. Pero al parecer muchos andan por la vida sin tomar en cuenta esta vieja regla y asumen actitudes negativas, arrasando con todo y con todos sin medir las consecuencias.

De acuerdo a este planteamiento todos terminaremos pagando el precio de lo que hacemos en nuestro existir, o dicho de otra forma: recogeremos el fruto de lo que hemos sembrado.

Por esta razón habría que ir revisando continuamente nuestras acciones para estar seguro que lo que estamos sembrando en el presente sea de provecho en el futuro, porque tarde o temprano nos tocará asumir las consecuencias de nuestro proceder.

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Con esto quiero decir que es en el aquí y en el ahora donde debemos asumir una postura positiva frente a la vida, una conducta intachable basada en principios morales y éticos que vaya sembrando un conjunto de acciones favorables en pro de nuestro semejante y de nuestro entorno, de tal manera que en un mañana no muy lejano podamos disfrutar de los buenos frutos, producto de nuestro buen actuar.

Una manera para iniciarnos en este ejercicio de revisión de nuestra vida sería examinar en primer lugar el trato que le damos a cada uno de los miembros de nuestra familia, de nuestro vecindario o de nuestro lugar de trabajo.

Una vez hecho esto, podemos proseguir analizando nuestro grado de solidaridad o caridad con los las personas menos afortunadas que conocemos o que la vida ha puesto en nuestro camino y ver que tan humano hemos sido con ellos.

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No puede quedar a un lado en este proceso el análisis de nuestro proceder ético y moral frente a las situaciones en la que nos desenvolvemos tanto a nivel laboral como familiar o social, es decir, es importante ver que tan justo, honesto y honrado hemos sido en nuestro día a día.

Para que todo este ejercicio valga la pena es necesario tomar medidas y estrategias que nos permitan cambiar de actitud en cuanto a las fallas o errores que en el examen hayamos ido detectando, porque de nada serviría que descubriésemos que hemos sido deshonestos o injustos y no intentemos corregir las faltas.

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En conclusión es recomendable tener en cuenta este efecto boomerang, para que a futuro no tengamos que lamentar nada y por el contario nos sintamos agradecidos de lo que la vida nos este devolviendo.

Da amor para que la vida te devuelva amor.