¡Hola mi bella familia scouts! Nuevamente por aquí para seguir aportando con mi nota semanal que espero les guste.

El compromiso y la responsabilidad

Todas las mañanas Juan Enrique llegaba tarde a su trabajo y cuando su jefe le preguntaba el motivo de su impuntualidad siempre daba una excusa que dejaba mucho que pensar de él.

Su jefe le recordaba que la hora de entrada a la empresa era a las siete en punto y no una hora más tarde como lo acostumbraba hacer él.

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Luego de un largo rato de conversación con su jefe y tras la advertencia de que si volvía a llegar tarde lo echaría de la empresa, Juan Enrique se comprometió a no ser impuntual el resto de su vida.

Al día siguiente preocupado por la posibilidad de perder su trabajo, por primera vez colocó la alarma de su reloj para que lo despertara a las cinco y media de la mañana y en efecto a esa hora con mucha pereza se levantó y se dispuso a prepararse para ir a su trabajo.

Ya aseado y con su desayuno preparado buscó su moto en la cochera y salió rumbo a su trabajo. En el trayecto del camino notó como muchísima gente a igual que él circulaba por la autopista con destino a su empresa y otros iban camino a sus colegios y universidades.

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Por un momento reflexionó: ¡Qué raro, nunca me había detenido a observar a tanta gente que se levantara tan temprano para llegar a su trabajo! Verdaderamente todo este tiempo he sido un irresponsable. Y pensar que mi falta de compromiso con mi empresa me pudo costar el que me quedara sin empleo en este tiempo de crisis donde el factor económico es muy importante.

Mi jefe tiene razón, es importante ser responsable ante los compromisos adquiridos, porque mucha gente depende de que yo cumpla con mi trabajo para poder ellos asumir los suyos, porque si yo no he abierto y aseado las oficinas, que es mi función, a la hora que debo, todo este tiempo he generado retraso y poca producción en la empresa.

Con razón muchos de mis compañeros me miran con malos ojos porque por mi causa ellos han dejado de ser productivos y sus esfuerzos de ser puntuales han sido en vano por mi culpa.

En esto iba pensando cuando la moto empezó a fallar. Enseguida lo primero que se le vino a la cabeza fue que si se quedaba accidentado no podría cumplir con su promesa, así que se aparcó a un lado de la autopista para intentar poner en marcha la moto, pero esta no encendía.

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Mortificado porque por primera vez en su vida entendía el compromiso que tenía no solo con la empresa sino con todos sus compañeros de trabajo, se esforzó aún más para intentar reparar la moto, pero esta no funcionaba.

En ese momento su jefe pasa por la autopista en su camioneta y lo alcanza a ver por lo que se detiene para socorrerlo. Y le dice: Juan Enrique menos mal que te vi, porque de lo contrario hubieras llegado tarde y si me decías que habías tenido este percance, no te lo hubiera creído. Menos mal que te visto. Subamos la moto y vámonos para la empresa.

Desde ese día todos mis compromisos los he cumplido y a la empresa más nunca llegué tarde.

Invito a mis amigos @shirley83, @ysabelgeorgina y @milagro74 a que participen en el concurso.