40° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS. / ¡Doble vida!

Hola mi querida familia Scouts. Gracias a nuestro amigo @fjjrg, cada semana tenemos la oportunidad de participar en la creación de verdaderas historias asombrosas que más allá de sólo entretener buscan dejar una reflexión que nos valga para crecer en la vida. Esta semana nuestra historia se llamará “Doble vida”, esperemos como siempre la disfruten.

Jesús y Jazmin

Jesús y Jazmin, una hermosa pareja que llevan una relación de 2 años. Jazmin, dueña de una empresa de modas, emprendedora, alegre, entusiasta, suamemente sociable. Por su parte Jesús, empresario digital, viaja por el mundo haciendo negocios, alegre, analítico, amante de las aventuras. Ambos prósperos e independientes, la pareja ideal según lo ven la prensa y todos los amigos, la sociedad donde se desenvuelven. Pero Jesús tenía un secreto bien guardado, algo que le estaba comiendo por dentro, amaba a Jazmin inmensamente, pero algo hacía que no le podía decir, no lo podía comentar con nadie.

En algunos de sus viajes de negocio, a los cuales siempre iba solo, tardaba unos días más de los previstos, "cosas de último minuto", siempre era lo que decía. Jazmin notaba que a veces se apartaba y hablaba por su teléfono con cierto recelo, ella nunca le revisó el teléfono por un acuerdo que hicieron de mutua confianza, sin embargo, en las últimas semanas era más seguido. Una tarde mientras paseaban por el bosque, Jesús no aguantó más, y dispuesto a confesarle a Jazmin sobre su doble vida, le dijo:

“Jazmín debo decirte algo que desde un primer momento debí decirte pero no supe cómo hacerlo, pero siento que si no te lo digo te estaría siendo mucho mal”.

Jazmín, al ver a Jesús tan angustiado se asustó mucho y con un gesto de ternura lo abrazó diciéndole: “¿Mi amor, que tienes, que me quieres decir?”.

Jesús entonces un poco más calmado le respondió: Hace quince años conocí a una chica en uno de mis viajes y me enamoré profundamente de ella y durante esa semana sentí que había conocido a mi alma gemela al extremo que sin pensarlo dos veces le pedí que se casara conmigo y ella aceptó, pero llegado el día sábado cuando estábamos en el aeropuerto para irnos a Venezuela, repentinamente ella me dijo que no podía irse conmigo, que la olvidara.

En el aeropuerto

Quise convencerla pero todo fue inútil, así que con el corazón destrozado regresé a Venezuela y por muchos intentos que hice por volverla a ver ya no fue posible y con el tiempo la fui olvidando.

Hace tres meces recibí un correo de una persona desconocida donde me decía que ella estaba hospitalizada al borde de la muerte y que sólo contaba con la compañía de su hijo de catorce años y su anciana madre. Como me quedé con la duda y como estaba en Barcelona en ese momento cuando leí el correo, decidí viajar a Madrid para corroborar lo que se me decía en el correo.

Cuando llegué al hospital y entré a su habitación constaté que se trataba en efecto de ella y cuando me acerqué para hablarle, ella con su último aliento me dijo:

En la habitación del hospital

“Qué alegría me da verte nuevamente, siempre te he llevado conmigo. Deseo que por favor te encargues de nuestro hijo, ya que ya yo no lo podré hacer”.

Y en ese momento, sus manos se helaron y sus ojos se cerraron para siempre. Aún no asimilaba aquel momento cuando entró un chico casi de mi estatura y con un gran parecido a mí que no fue necesario preguntarle quien era él, pues supe en ese preciso momento que era mi hijo.

Traté de consolarlo y él me dijo que si yo hubiese estado unos meses más antes tal vez su madre estaría viva, pero no quiso nunca decirle de su existencia sino cuando ya era tarde.

Con lágrimas en los ojos, el chico dijo que su madre le había contado la historia de los dos y que ella había decidido no casarse conmigo porque tenía conocimiento de su enfermedad mortal y que en cualquier momento podía morir y no quería que yo cargase con esa cruz. Sin embargo durante quince años estuvo luchando contra aquel tumor cerebral y finalmente había sido vencida.

Él no sabía de mi existencia hasta que dos días atrás ella se atrevió a contarle todo y le pidió que me escribiera a esa esa dirección de correo que siempre conservó consigo.

Jazmín, sintió mucha pena por Jesús porque comprendió perfectamente la situación y ahora entendía por qué desde hace unos meses atrás siempre se quedaba un mayor tiempo durante sus viajes. Jesús, le dijo además que desde ese momento ha intentado apoyar a su hijo no tan solo monetariamente, sino que cada vez que tiene junta de trabajo fuera de Venezuela, lo visita y acompaña para compensar todos los años que no pudo estar para él.

Jazmín, nuevamente abrazó a Jesús y le dijo: “Me alegro que me lo hayas contado todo y quiero decirte que te apoyaré en todo lo que quieras y me gustaría que cuando puedas lo traigas a Venezuela para conocerlo y para que sepa que aquí tiene una familia que está dispuesta a ayudarlo en todo”.

Jazmín y Jesús se abrazan llenos de felicidad

Cuando existe verdadero amor, las soluciones a las dificultades fluyen con armonía y en feliz consenso y no es necesario llevar una doble vida que nos quite la paz.

Invito a mis amigos: @vivigibelis, @emisol, y @tahispadron para que se una al concurso siguiendo este enlace: https://steemit.com/hive-181136/@fjjrg/40-concurso-de-redaccion-de-historias-doble-vida.