Hola mi gente de la Comunidad Scouts. Nuevamente con ustedes con una historia para compartir y crecer juntos. ¡Disfrútenla!

_{Los doctores Tania y Juan en el hospital} Fuente

El agradecimiento

En el hospital, los médicos Juan y Tania conversan en su rato de descanso y Juan le dice a Tania: “Tengo casi un año con una cocina que compramos y ha sido una maravilla como calienta las hornillas, pero lo que nunca hemos podido usar es el horno porque no calienta, eso ha hecho que mi esposa tenga la idea de que compremos otra, pero te digo la verdad, yo creo que ese horno alguien lo puede reparar porque por dentro está tal cual como cuando compramos la cocina”.

Tania le dijo: “Yo conozco un Señor que nos ha realizado varios trabajos y en alguna ocasión nos reparó una de las hornillas de nuestra estufa y quizás él pueda mirarte la tuya y dar con el problema, si lo deseas le digo que vaya mañana sábado a tu casa”.

Juan estuvo de acuerdo y le indicó que le dijera que fuese por la mañana para él estar pendiente y explicarle el problema.

Al día siguiente, el Señor Ivan, llegó a la casa de Juan para disponerse a mirar el horno de la cocina y ver si daba con la falla. Luego de unos chequeos a la resistencia interna, le dijo al Dr. Juan: “Esta resistencia es la encargada de calentar el horno y la he probado con el multímetro y está operativa, por lo que paso a creer que el problema es el voltaje con la que usted la conecta, es decir, en vez de 110 debería ser 220 voltios. Y no ha tenido problema con las hornillas porque esa parte es a gas, pero el horno es eléctrico”.

_{El técnico Ivan mirando el horno} Fuente

“No estoy al cien por ciento seguro del voltaje de la resistencia, por lo que hay algún riesgo si la conectamos a 220 voltios, pero confío que ese debe ser la causa, pero necesito de su aprobación para poder conectarla y constatar mi hipótesis”.

El Doctor Juan entonces dijo: Creo que no tengo nada que perder, después de todo han venido varios técnicos y no han dado con la falla y ya llevamos casi un año sin usarla, haga usted la prueba sin remordimiento, pero espere que me aleje, por si acaso”.

_{Ivan explicando la posible solución} Fuente

Ivan, entonces agarró el enchufe de la cocina y lo conectó a la toma de voltaje 220 y en seguida el horno empezó a calentar. En ese preciso instante muy contento, el Dr. Juan se acercó y miró como desde adentro se veía el color rojizo de la resistencia y el horno estaba ya muy caliente.

Con una sonrisa de gratitud le preguntó al señor Ivan cuánto dinero le debía y este le contestó:

“Solo hemos verificado el motivo de la falla y bastó con conectarla en el voltaje adecuado, por lo que no me debe nada”.

El Dr. Juan se quedó sorprendido de la honradez de aquel hombre y en recompensa sacó cincuenta dólares y se los entregó, pero Ivan se los regresó diciéndole: “Le he dicho Doctor que no me debe nada porque más bien soy yo el que le debe a usted”.

_{El doctor Juan sorprendido} Fuente

El doctor sin entender nada le preguntó: “¿Qué quieres decir con eso Sr. Ivan?

Ivan le respondió: “Hace un año, mi hermano menor tuvo un accidente y no teníamos para cancelar la operación y usted dándose cuentas de nuestra precaria situación económica , accedió a hacer la operación sin cobrar ni un centavo, hoy Dios me ha dado la oportunidad de devolverle el favor aunque no se compara al que usted nos prestó ese día, por lo que siempre estaremos agradecidos”.

El Dr. Juan entonces dijo: “Pero no me recuerdo de ti”.

Ivan le dijo: “Yo no me encontraba en el país en ese momento, pero cuando regresé me contaron de su buena acción.”

El Doctor Juan, con mucha emoción le dijo: “Amigo, esa operación la practiqué como un gesto de agradecimiento, fe y solidaridad por los beneficios que Dios me había dado el año pasado porque fui promovido a Director de la clínica y mi clientela había aumentado. Quiero que mañana nos acompañes a almorzar un rico pollo horneado en homenaje a su gran trabajo y su ejemplar actitud”.

E Ivan muy agradecido aceptó la invitación.

_{Ivan y Juan se estrechan la mano llenos de gratitud} Fuente