Hola mi bella gente de la comunidad Scouts. Nuevamente con ustedes en este concurso sobre valores en el que se nos invita a disertar sobre la competitividad. Espero disfruten el post.

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La competitividad

Una vez participé en un taller de liderazgo y cuando se trató el tema de la competitividad el ponente expuso una breve historia que ahora quiero compartir con ustedes, un poco a mi manera porque recordar todos los detalles es difícil.

Resulta que en una empresa existían dos posibles candidatos para ocupar un cargo de importancia dentro de la estructura organizativa de la misma.

Ambas personas tenían más de cinco años en la empresa lo que complicaba la elección, así que al jefe se le ocurrió realizar la siguiente prueba para poder hacer su escogencia con objetividad y certeza.

Llamó a uno de ellos y le pidió que le hiciera el favor de comprarle unas naranjas en la frutería que estaba en la esquina de la empresa.

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Al poco rato este regresó sin ninguna naranja a lo que el jefe le preguntó: ¿y no había mandarinas?

A lo que el empleado respondió que no sabía.

El jefe entonces llamó al otro empleado y le encomendó la misma tarea.

Minutos después, luego de haber ido a la frutería y contemplado todas las frutas, los precios y consultado con el vendedor sobre lo que buscaba, este llegó y le dijo al jefe: “Las naranjas se han agotado en la frutería de la esquina, jefe, pero llegaran fresquita esta misma tarde a las 3:00, pero tienen unas hermosas mandarinas a mitad de precio por ser temporada y si está de acuerdo voy y le compro seis kilos en vez de los tres que usted me encomendó, o voy de nuevo al mercado de la redoma donde también fui y si habían, pero estaban muy pequeñas y el precio estaba muy alto”.

El jefe entonces supo que frente a él, estaba el nuevo gerente que necesitaba.

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Esta historia plasma gráficamente lo que significa ser competitivo, es decir, aprovechar al máximo tus potencialidades y explotarla para sacar ventajas frente a los demás dejando en claro que sobresales por las destrezas que posees y la riqueza interna que pones al servicio de los demás.

El espíritu competitivo debe siempre guiarnos a realizar nuestra tarea cotidiana con un acabado de excelencia, creativo y sobre todo que dé respuesta a las necesidades plateadas, para que de esta manera nos vayamos posicionando en un lugar privilegiado por nuestros propios méritos.

Una persona competitiva no se conforma con un trabajo mediocre, por el contrario, una de sus principales característica es que su obra siempre se destaca por encima de las demás y no por el simple hecho de resaltar, sino porque su formación ética, moral y profesional la conducen a ser así.

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La competitividad bien entendida, tal cual como la venimos plateando siempre dará como frutos buenos resultados en el entorno social donde se practique, ya sea empresarial, escolar, grupal y nunca deberá atentar contra el bienestar del otro. Si así lo hiciera, no sería una competitividad sana sino una vulgar competencia que bajo ninguna circunstancia podríamos justificar.

La competitividad valora el esfuerzo personal y el del otro y al ser un aspecto humano se va suscitando teniendo en cuenta la dignidad de cada ser, sin pisotearla, buscando surgir pero sin agredir al que es la competencia, la única arma en el proceso de competitividad debe ser la búsqueda de la excelencia.

Invito a mis amigos @shirley83, @ysabelgeorgina y @milagro74 a que participen en el concurso.