Todos tenemos la dicha de gozar del libre albedrío, escoger lo que queremos hacer entre las opciones que se nos presentan, es decir, podemos escoger ser cortes o no serlo.
Podemos permitir que una persona mayor con dificultad para caminar y mucho más para sostenerse en pie vaya parada en un autobús o cederle nuestro asiento; podemos permitir que una dama embarazada tenga que esperar en la cola del supermercado que atiendan a 3 o 4 personas con sus compras o permitirle que pase adelante, entre muchas cosas.

En pocas palabras y tomando lo que señala la frase con la que termina el post:
Haz a los demás lo que te gustaría que hicieran por tí.

Participante # 10

SLPS