Me complace poder participar en este concurso de la comunidad Scouts y sus Amigos.

Desde niña, he sabido controlar un poco mis emociones; sin embargo, a veces me pongo de mal genio cuando algo me molesta y es constante.

Es desesperante cuando madrugo y espero hasta la tarde una cita médica e informan que el médico no puede asistir. Sabemos que todos somos seres humanos y ellos también tienen sus problemas, pero me hace sentir incómoda. También me estreso cuando tengo el tiempo agendado y por alguna razón, surge algún inconveniente. Se me descontrola mi calendario y comienza asomarse mi frustración porque a partir de ese momento, debo cambiar todo lo que tenía planeado hacer con antelación.

Cierro los ojos, aflojo el cuerpo, trato de pensar cosas bonitas y doy gracias a Dios por ese momento, por existir, por tener buena salud, que funcionen todos mis sentidos, tener la dicha de gozar todas las cosas buenas que nos brinda la vida y que ese momento es solo pasajero; vendrán mejores momentos.

Mi mente se bloquea, aumenta mi ritmo cardiaco, se me hace imposible controlar la ira, le hago saber mi malestar a las o la persona en voz alta y sin que me quede nada guardado, vacío todo el malestar, luego, me pregunto el por qué no me hubiera quedado callada.

Cuando salimos a la calle, estamos expuestos a ver y recibir situaciones que nos estresan, es el momento cuando nos vemos obligados a vestir con el manto de la paciencia. Es recomendable contar hasta diez para mantener nuestra postura, de responder ante las circunstancias y dar oportunidad a que nuestro organismo se estabilice y fluya la tranquilidad de esa forma. Tenemos el tiempo para pensar y responder con educación siendo claros en nuestra posición manteniendola calma.