Concurso: La mentira / Las grandes mentiras son la base de nuestra ruina

1.- ¿Alguna vez has tenido que mentir, o te han mentido y lo supiste?

Honestamente hablando, creo que le meto mentiras frecuentemente a mi señora en lo que se refiere al monto de mis cuentas bancarias, las que, por supuesto muy poco las comparto con ella, debido a que es hasta cierto punto una inversionista compulsiva; es decir, a ella se le puede antojar comprar una cosa sin pensar si se trata o no de una prioridad.

Cuando era adolescente era un embustero empedernido a causa de que me gustaba irme de aventuras por los campos y a pescar en los ríos de mi pueblo. Entonces mi mamá me preguntaba: “¿Y dónde andabas?” Y mi respuesta era: “Estaba jugando pelota en el potrero”.

Y con respecto a si a uno le mienten, aquí en Venezuela estamos acostumbrados a que todos los días los gobernantes nos aturdan con sus grandes mentiras acerca de la situación económica y social. Y ¡guau! Son embusteros con estilo, porque los ves por la TV con tremendas pintas, maquillados y luciendo prendas de marca ante las cámaras. Es lo que en el argot del venezolano conocemos como: “caretablismo”, expresando sus mentiras con una seriedad que no la supera ni siquiera un difunto en su lecho de muerte.

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2.- ¿Será cierto que existen profesiones u oficios en los que es necesario mentir y otros en los que nunca debe hacerse?

Por supuesto que sí. En el arte, por ejemplo, se vive de la ficción, de la fantasía. Es el modo más sublime en que le metes cobas a los demás.

En el derecho, muchas veces la mejor opción es meter embustes acerca de alguna contienda legal. De allí que la profesión de abogado tiene mala fama, porque las querellas o pleitos legales giran en torno al dinero y los que ganan se quedan con la botija y al abogado hay que “mojarle” bien la manito.

Por otra parte, la mentira no debería tener cabida en aquellos oficios donde la persona debe ser un modelo a seguir en valores humanos como, por ejemplo, los maestros, los médicos, los líderes religiosos, policías, jueces, etc.

3.- ¿Prefieres escuchar una mentira en lugar de una verdad que te haga daño?

Lo mejor del caso es que la gente sea sincera con uno, aunque la verdad duela. Pongamos el caso del que se quiere divorciar porque ya no siente el amor romántico que antes le quitaba el sueño. Puede que sea muy duro escuchar la verdad, aunque creo que más duro y humillante es vivir engañado.

4.- ¿Estás de acuerdo con quienes aseguran que el mundo sería un lugar demasiado aburrido si no existiesen las mentiras?

Creo en lo contrario: Un mundo lleno de gente honesta y sincera puede que sea un mundo de justicia donde puedas ser más feliz, donde puedas tener una mayor calidad de vida y cero aburrimiento. Para muestra un botón: Vivimos en un país donde la mentira ha sido la base de la crisis gigantesca donde nos hemos hundido, a costa de políticos con aires de profetas que prometieron villas y castillos, pero que han dejaron la nación en el foso de la ruina.

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_{Invitación: @eve73, @leudy, @magavic}