52° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS. / ¡Descubrimiento! / Los muertos de los dientes de oro

Los jóvenes se dieron cuenta que se trataba de los restos de un hombre, posiblemente de comienzos del Siglo XX, debido a que junto al esqueleto se conservaba, aunque muy oxidada, una pistola de aquella época. Pero también se dieron cuenta que la tumba había sido recientemente destapada y vuelta a recubrir. El otro detalle que les llamó la atención fue que a la calavera le faltaba buena parte de los dientes. Sospecharon entonces que el arqueólogo anterior ya se había encontrado con esa osamenta. Pero se hacía necesario investigar más el área en busca de otros esqueletos.

Fue cuando reapareció el arqueólogo al que no se sabía nada de su paradero.

Retrato del arqueólogo Ciriaco Jones Fuente
-Ciriaco, ¿dónde te habías metido, hombre? –le saludaron-. Nos dijeron que te desapareciste sin decir adiós ni hasta mañana.

-Andaba por allá en Nueva York.

-¡Guau! Andabas lejos.

-Mira, Ciriaco, tenemos unas cuantas preguntas por hacerte con relación a los restos mortuorios.

-Me lo imagino, adelante.

-¿Qué fue lo que pasó allí? Notamos que a un muerto le habían destapado pero que lo volvieron a tapar. ¿Fuiste tú?

-Sí. Eso es verdad. Déjenme contarles: Cuando hallé la primera tumba me topé con una dentadura llena de dientes de oro. Pero luego excavé hacia los lados y me encontré con cinco difuntos más. Tres de ellos también tenían dientes forrados de oro y además tenían esclavas y cadenas.

-¿Y entonces?

-Entonces la tentación se adueñó de mi espíritu. Recogí todo el oro de los dientes y las prendas y lo vendí.

-Pero eso no es correcto. No debiste hacerlo.

-Es que en verdad, ¿qué futuro tiene uno aquí en Venezuela? La idea era precisar lo que posiblemente había allí y luego llamar a los de History Channel para ver si se podía sacar algún provecho, pero creo que por unos muertos de hace 100 años nadie va a venir a este país.

-Bueno, ¿y por qué no te quedaste en Estados Unidos?

-Porque tuve mala suerte. Me le arrimé a un amigo malandro que andaba en Nueva York en una moto vuelto loco asaltando a todo el mundo. Entonces la policía llegó a buscarlo justo cuando yo me encontraba allí en su casa recién llegado. Y como vieron que yo andaba ilegal, con el puro pasaporte, también me detuvieron y me deportaron junto a un lote de venezolanos malvivientes y aquí estoy otra vez, pelando bolas.

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