Siempre he querido continuar con esta labor y ayuda para cada uno de esos niños que tanto cariño nos tomaron ,pero se me hizo difícil continuar porque solo éramos mi esposo y yo y eran muchos niños y no teníamos un trabajo estable para poder correr con los gastos, ya que nosotros los visitábamos una vez a la semana, les brindábamos un compartir de dulces, chucherías, material de trabajo como: hojas de papel, colores, temperas entre otros recursos y por la situación del país se nos hizo imposible seguir. Yo disfrutaba con ellos y me ponía a su nivel de niño, dejaba que ellos me pintaran, jugábamos juntos y si era de pintar con ellos en el piso lo hacia todo lo que yo veía que a ellos le gustaba y así me gané su confianza y cariño. Ni se imaginan tantas historias detrás de cada niño, cada padecimiento y tristeza ya que muchos vienen de un hogar disfuncional.

Siempre me ha gustado ayudar a las personas y más aún si son niños, maltratos de la calle que solo buscan es cualquier acto de amor y ser queridos.

Una meta y sueño es tener a mi cargo una casa de ayuda para niños de situación de calle, contar con un personal capacitado para atenderlos como se lo merecen como: psicopedagogas, psicólogos, médicos pediatra, nutricionista, maestros, etc… Un lugar donde ellos puedan ir y ser atendidos con amor y paz y además que puedan ser enseñados y formados con valores y principios.