38° CONCURSO DE REDACCIÓN DE HISTORIAS. /¡Perdidos! / Por @dulcem05

Ellas empezaron a caminar, se internaron por entre algunas colinas, vieron un río muy fino en el fondo de un valle, bajaron y pasaron el día allí, ya eran casi las 5 de la tarde, quisieron regresar, el asunto fue que no consiguieron el camino por el cual habían llegado hasta allá. Empezaba a anochecer, gritaban, sus teléfonos no tenían cobertura, el aullido de un coyote las paralizó...

Sin saber qué dirección tomar, aterradas en ese lugar inospito, con tantas historias en su mente de ese lugar, deciden seguir el sendero por dónde venían sin saber que podían cruzarce en su camino. En un total silencio, Sara y sus amigas continúan su travesía con el temor de no volver a ver a sus seres queridos. Siguen su andar a lo lejos observan una pequeña luz y se detienen con miedo de no saber que les espera en ese sitio.

Mientras se acercan, se escucha murmullos, las amigas se toman de las manos atemorizada, sin saber que pensar, detienen nuevamente sus pasos para tratar de decifrar aquel sonido que entre la brisa y los sonidos de los animales nocturnos no se deja oír bien. Sara dice, en tono muy bajo, ¿oyeron mi nombre?, !estoy segura que dijeron mi nombre!. Por un momento le pasó por su mente que estaban a salvó de esa aventura que habían emprendido hace pocas horas, sintiendo una eternidad al ver sus vidas en peligro.

Los perros auyan, los rescatistas alertan aquella anciedad de los animales por querer llegar a rescatar en el sendero ya en su totalidad cubierto por la sombra de la noche. Sospechando la presencia de algo inusual entre los captus, gritan desesperados el nombre de Sara ya que están seguros que no sobrevivían esa noche. !Sara¡, !Sara!.

Un desgarrador !auxilio¡ emerge del ser de las amigas casi en armonía dando la impresión que solo una gritaba, tal era la desesperación luego de aquel coro de palabras, entre risas y llanto sabían que su aventura había terminado. Los abrazos no se dejaron esperar, la calma volvió entre los presentes, los perros se le acercan a las amigas moviendo su cola como dando gracias por su llegada, mientras Sara vuelve su mirada por el sendero que las llevo a reencontrarse con su vida, deja escapar una pequeña sonrisa, ve a sus amigas y les dice un poco temblorosa ¡aún no se terminan las vacaciones, nos quedan más aventuras por vivir!!!