Steemit Engagement Challenge S5W5 | Mis Valores

Los valores se encuentran entre los preceptos universales que asumen los seres humanos para que la convivencia social se desenvuelva dentro de la mayor armonía posible y la integridad individual se convierta en un referente luminoso de nuestra dignidad como personas. De la persistencia de estos rasgos depende, en gran medida, la evolución de nuestro mundo, su avance hacia el anhelado paradigma de la libertad creadora.

Atendiendo a la importancia de los valores en nuestro desempeño, Scouts y sus amigos aprovecha la ocasión para invitarnos a disertar sobre el tema. Así lo hemos hecho a través de las preguntas propuestas por esta comunidad.

_{Imagen editada en PowerPoint/ F}

¿Por qué son importantes los valores en la sociedad?

En una sociedad cualquiera pueden existir las más estrictas normas legales, un auténtico compendio de reglas que pretendan regir el bienestar común con justicia y equidad, pero si la mayoría de sus habitantes carece de los valores que le permitan cumplir con lo que teóricamente se encuentra estipulado, esa sociedad estará destinada a vivir en el caos; mientras no exista conciencia sobre aquello que es éticamente correcto, cualquier texto que intente regular lo inadecuado será letra muerta.

Una sociedad en la que se pondera, por ejemplo, a las personas que obtienen incalculables recursos económicos sin importar si los medios para obtener esa riqueza fueron legales, en la que se miente con todo descaro por los medios de comunicación, en la que el trabajo formal no representa una opción digna de progreso, donde la lealtad significa someterse ciegamente a los designios de quien ostenta el poder, entre otras cosas, es una sociedad que marcha a la deriva porque la guían los antivalores.

¿Cuáles consideras son los valores que te definen?

Desde muy temprana edad, en el hogar me fueron inculcando invalorables principios que me enseñaban a distinguir entre lo que era adecuado y lo que representaba una mala acción, así como la importancia de los buenos ejemplos para mí como individuo y para todos los que me rodeaban. De toda esa gama de valores, existen tres rasgos que sobresalen para definir mi personalidad: la honestidad, la responsabilidad y la tolerancia.

Mi madre decía que la mentira era una forma de renunciar a la realidad, un feo hábito que se sustentaba en el engaño para justificar la cobardía, por ello nos insistió en todo momento que la honestidad es siempre la mejor opción. Por esas razones, nunca he tratado de inventar excusas ante cualquier contingencia que se me presente. Jamás intento embaucar a nadie ni presentarme exhibiendo disfraces que no me corresponden. Todo cuanto digo y hago trato de que se mantenga apegado a la estricta realidad, sin falsedades ni imposturas.

La responsabilidad, por su parte, es otro de los rasgos que asumí desde que tuve uso de razón. Cada vez que asumo un compromiso, solo me siento satisfecho cuando lo cumplo dentro del tiempo y los parámetros estipulados. Ser responsable implica que garantizamos confiabilidad, lo cual redunda en nuestro prestigio dentro de la sociedad; y significa también que respetamos a las personas que interactúan a nuestro lado, ya que perciben el resultado que esperan de nuestras palabras y acciones.

Hace algunos años este vocablo se puso de moda, tolerancia, y me di cuenta de que muchos la pregonan, pero no la ponen en práctica. Nunca he tratado de imponerles a los demás mis ideas ni mucho menos ofenderlos porque se niegan a comprenderlas. Trato siempre de examinar las razones de las otras personas, su modo de entender las situaciones, para no caer en la fácil tentación de las descalificaciones, sin antes detenerme a reflexionar sobre los motivos que les impulsan a estar en desacuerdo conmigo. Jamás he estado dispuesto a dejarme llevar por las crispaciones inútiles, en lugar de intentar un intercambio provechoso de ideas o, en el peor de los casos, dejar que el tiempo y los hechos impongan sus verdades.

¿En qué circunstancias de tu día los aplicas?

Desde mi punto de vista, los valores no son herramientas prácticas de las cuales echamos mano cuando necesitamos solventar alguna situación. Se tratan más bien, de conductas que se han hecho parte de nuestra personalidad, porque hemos asimilado que nos hacen crecer y propician el buen funcionamiento de la sociedad en que nos desenvolvemos.

No puedo, por ejemplo, ser honesto solo cuando me interesa, ya que sería precisamente una negación de esa condición; ni ser responsable solo por ciertos días de la semana o practicar la tolerancia de manera exclusiva con ciertos amigos; todo ello sería un contrasentido porque los valores, si en verdad lo son, deben estar presentes todo el tiempo en nuestro accionar.

¿Cuáles son los antivalores que más has presenciado?

Los antivalores que he sufrido consuetudinariamente son la irresponsabilidad y la deshonestidad. No es difícil encontrarse con personas que aseguran que estarán a determinada hora y fecha en un sitio señalado de antemano y nunca cumplen con la palabra empeñada. En todas partes observamos que existen irresponsables que no asisten a su trabajo o que les importa poco dejar a medio hacer lo que debían haber culminado desde hace tiempo; se trata de gente que no toma en serio sus obligaciones y en cualquier instancia se comportan de la misma forma, sin reparar en las consecuencias negativas de su proceder.

De la misma manera, la deshonestidad representa un incómodo rasgo que afecta el buen funcionamiento de la sociedad y desdice de la integridad de quien la practica. Vivir pendiente de que la mayoría de las personas con que nos encontramos no tiene ningún reparo, por ejemplo, en mentir con tal de justificar el más nimio de sus actos, representa una tensión agotadora que afecta la salud.

Existe un sinnúmero de personas que está dispuesta a llevar a cabo cualquiera acción ilegal o deshonesta si le reporta algún beneficio inmediato. Un entorno donde se glorifica la viveza, donde se ha hecho normal engañar al prójimo, apelando a cualquier argucia, dicen los investigadores que se ocupan de estos temas que se trata de una sociedad enferma.

¿Crees que los valoren cambian o pasan de moda?

Es una pregunta que, en cierto modo ya respondí más arriba. Reiteraré, sin embargo, que los valores no son fichas que se cambian ni estilos que pasan de moda, se tratan de rasgos que asumimos por el bien personal y colectivo. Puede suceder que en algunas circunstancias se les den prioridad a unos más que a otros, pero eso no quiere decir que ciertos valores desaparecerán por desuso.

_{Invito a los amigos: @beatrizleon57, @smelyalvarado y @wyleska a participar en este concurso.}