En La Biblia, en la ficción y en el mundo real podemos toparnos con el nocivo sentimiento de la envidia. El caso sobre su hermana y la vecina que, por culpa de sus insensatos deseos, propició el deceso de su esposo, es un buen ejemplo de lo que no se debe hacer. Todos, en algún momento, hemos sentido la envidia de otras personas y, quizás, llegamos a envidiar también; sin embargo nuestro buen juicio y voluntad nos indican que debemos evitar que estas situaciones se conviertan en hechos lamentables... Muchas gracias por traernos sus opiniones a este concurso. Saludos...
Thank you sir. I appreciate your observation comment