Los Scouts Marinos

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Estamos acostumbrados a observar a los muchachos integrantes del Movimiento Scouts llevando a cabo sus actividades al aire libre, en contacto con la naturaleza, en los parques, en las montañas o en cualquier lugar sobre la tierra donde puedan colocar sus carpas, encender el fuego y otras tareas esenciales que los inducen a aprender y a divertirse manteniendo los estrictos códigos de comportamiento que los convierte en seres ejemplares para el presente y para el futuro de una sociedad que requiere de las más altas virtudes por parte de quienes la conforman.

Sin embargo, conocemos muy poco, o nada, sobre los Scouts Marinos, la primera rama especializada que se derivó del Movimiento Scouts, fundado en 1907 por Robert Stephenson Smyth Baden-Powell. Si lo pensamos con detenimiento, era inevitable que, una vez sentada las bases para el escultismo, su radio de acción no solo se limitara a las actividades terrestres, sino que se expandiese hacia las particularidades de las labores acuáticas.

Sabemos que uno de los objetivos principales de este movimiento es el conocimiento y la preservación de la naturaleza en general, por esta razón fue pertinente, en seguida, mirar hacia el mar, hacia los ríos y los lagos, hacia ese ámbito donde se necesitan otros métodos para aprender y ejercitarse, donde son otras las condiciones de vida, aunque los lineamientos disciplinarios sean los mismos.

En los primeros campamentos dirigidos por Baden-Powell, cuando el movimiento daba apenas sus primeros pasos, ya estaban incluidas las actividades náuticas, por lo tanto, su visionaria actitud captó en seguida la conveniencia de que estas experiencias se instituyeran como una especialización dentro de los lineamientos generales de los Scouts. Fue así como encargó a su hermano, Warington Baden-Powell, de la organización formal del Escultismo Marino. Era el más indicado para esa misión, ya que había estudiado las artes de la marinería y, como apasionado del mar, se había desempeñado en destacados puestos enmarcados dentro de este oficio.

En 1910, Warington publicó un libro titulado Sea Scouting and Seamanship for boys (Escultismo Marítimo y Náutica para niños), en el cual sienta las bases para que el Escultismo Marino, ese mismo año, sea reconocido de manera oficial como una rama del Movimiento Scout. Desde ese momento su expansión fue indetenible por todo el mundo y, a pesar de haber enfrentado algunos problemas significativos durante su consolidación, hoy en día representa un invalorable programa educativo para infinidades de jóvenes que aceptan la hermosa filosofía del escultismo como ductora de su existencia.

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