El Juego del Diario de Mañana (16/06/2024), Día del Padre

_{Diseñada en PowerPoint/ Imágenes propias}

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Mi querido Diario, no te extrañes porque hoy escribiré sobre un mañana que, por supuesto, no ha ocurrido, pero es que me pareció mucho más interesante imaginar lo que no he visto, aunque es evidente que lo intuyo, en lugar de asentar en tus páginas unos hechos que ya han pasado, que ya los viví. Es mejor visualizar lo que podría sucederme durante ese día que aún no ha llegado que realizar un desangelado registro de lo que ya pasó.

Mañana me levantaré tarde, porque es domingo y además día del padre. No voy a escribir que lo primero que realizaré es mi aseo personal porque eso está sobrentendido. Tú no vas pensar, querido Diario, que yo voy a salir por allí sin antes llevar a cabo ese ineludible ritual de higiene. Sin embargo, ahora que lo pienso, es casi seguro que me quedaré observando contrariado, por enésima vez, el cepillo de dientes que necesita ser sustituido y siempre se me olvida comprar uno nuevo.

En cuanto salga del baño, revisaré el teléfono. Seguramente tendré unas cuantas llamadas y videollamadas perdidas de mi hija. "Papá, los niños están pendientes de felicitarte, me avisas cuando te levantes", dirá un perentorio mensaje, y entonces procederé a terminarme de vestir rápido para hablar con los nietos y sus padres que están fuera del país. Iré después a la cocina, donde debe estar mi esposa, para que ella y nuestro hijo, que también se encontrará por allí, participen en la llamada.

Antes de que suene el teléfono, recibiré mi taza de café negro bien caliente y un desayuno especial, ya que mi esposa tendrá todo a punto para el momento en que yo salga del cuarto; son las atenciones que se ganará un padre que se ha portado muy bien. Después conversaremos con nuestros muchachos ausentes. Al principio, las felicitaciones, la alegría, las bromas, luego un poco de seriedad para puntualizar algunas cosas y al final la nostalgia al despedirnos de esos hijos que no sabemos cuándo los abrazaremos de nuevo. Probablemente tendré que esforzarme una vez más para que las lágrimas no traicionen mi actitud de hombre sereno.

Cuando terminemos de hablar por teléfono, mi hijo entonces buscará su regalo. Suele ofrendarme artilugios tecnológicos, pero esta vez no quise decirle que necesito un router porque sé que ha tenido muchos gastos y no pretendo agobiarlo con mis requerimientos. Lo más seguro, entonces, es que su presente será una camisa o cualquier otra prenda de vestir. Mi esposa, por su parte, se hará la loca y dirá que no me compró nada porque no le dio tiempo, pero en la noche me sorprenderá con un sombrero de las que uso en estos últimos tiempos.

En el momento en que estaremos poniéndonos de acuerdo para, más tarde, salir a un buen sitio a almorzar, llegará de repente la invitación de mis cuñados: Vengan a celebrar con nosotros el día del padre, estamos haciendo una parrilla, lo único que falta es carbón, traigan un paquete. Y nos iremos hacia allá, donde pasaremos un agradable rato compartiendo y disfrutando en familia. En la noche regresaremos a casa para bañarnos y disponernos a dormir, contentos y agradecidos por todas las vivencias de esta jornada… Me despido, mi querido Diario, esperando que no necesite tachar ni corregir nada de lo que pienso que sucederá en esta significativa fecha.

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_{Nota: Todas las imágenes, excepto dos que fueron enviadas vía WhatsApp, pertenecen al autor y fueron tomadas con la cámara del teléfono móvil, modelo: Samsung SM-A135M.}