Concurso Mi Infancia Felíz | Venezuela | Spanish
Hablar de mi infancia es remontarme a los momentos más felices de mi vida cuando en plena inocencia creía que el mundo era una cajita y yo vivía dentro de ella.
Hace tiempo alguien me preguntó que si tuviese la oportunidad de volver en el tiempo y elegir el sitio donde iba a nacer ¿Qué pediría? Era una pregunta muy curiosa pero apenas la pensé me detuve en seco, y respondí que no podría elegir otro lugar que no fuera la misma tierra donde nací, porque el solo hecho de que tendría unos padre diferentes a los que Dios me dió hizo que se me helara la sangre.
Junto a mis padres, Marcos y Nancy, en un paseo dominical.
Tuve una infancia privilegiada, no porque fuera un niño que jugaba y hacia todo lo que quisiera sino porque tuve la fortuna de contar con una familia numerosa y protectora que se encargaba de cuidar no solo de mi, sino de todos los demás primos de mi camada. Aprendimos desde que tengo uso de razón a compartir, a confiar, a contar los unos con los otros y quizá se viera raro o insignificante en ese entonces pero no es sino ahora que de adulto, cuando miro hacia el pasado, es que me doy cuenta de lo valiosas que fueron todas esas experiencias aprendidas y lecciones que recibimos de quienes fueron nuestros primeros amigos y hermanos y nuestros mentores bajo la forma humana de tíos, abuelos y padrinos.
Casi todos los primitos teníamos la misma edad o la diferencia no era tan grande, así que los juegos se hacían más divertidos y podíamos pasar largas horas inventando o reinventando los viejos. Eran los años 70s y los juegos eran más de contacto y manuales, pero te dejaban volar la imaginación y eso es algo que me he percatado que casi no existe hoy: los niños ya no sueñan, no se ilusionan y casi no tienen imaginación.
Fiesta de cumpleaños con primos y amigos de la familia materna.
Mis favoritos fueron el escondite, corre que te atrapo y montar bicicletas. Les cuento que todos los primos teníamos la nuestra y nos juntabamos a jugar a policías y ladrones por todo el barrio, buscándonos y persiguiendonos entre los dos bandos que habíamos elegido. También jugábamos a las metras, al yoyo, hacíamos gurrufios de chapas aplastadas de refrescos, armábamos nuestros propios volantines y nos encantaban los juegos de mesa como Ludo, Monopolio y Sabelotodo.
Cuando hacian alguna fiesta de cumpleaños (éramos tantos primos o amiguitos que mínimo era una fiesta por semana) las tías y las madres se encargaban de que no nos faltara nunca nada: refrescos, chucherías y meriendas, pero siempre vigilantes ante cualquier diablura que alguno de nosotros inventara.
Nunca nos separaron entre hembritas y varoncitos, nosotros mismos escogiamos qué y cómo jugar sin importar mucho ese tipo de cosas. Siempre nos vimos como hermanos y las peleas o discusiones eran una rareza, y si ocurría alguna de inmediato los tíos nos hacían lamentarlo obligandonos a permanecer abrazados en el medio del patio como por una hora para que la próxima lo pensáramos mejor antes de dárnosla otra vez de Rocky Balboa.
Junto a mi madre, durante el curso de 4to grado de primaria
Fui hijo de una educadora, así que mientras asistí a la escuela siempre estuve bajo la mirada atenta de mi mamá, así que podrán imaginarse esa carga de responsabilidad para un niño que debía ser un ejemplo para todos los demás. La mayoría de mis primos saben lo que se siente porque casi todos nuestros padres fueron educadores.
Las tías nos hacían tortas muy ricas para pasar la tarde. De vez en cuando algunos tequeños o pastelitos y teníamos un tío que cada vez pasaba un heladero lo detenía y nos llamaba para que eligieramos el que quisiéramos.
Qué grandiosa fue mi infancia. Recuerdo como si fuera ayer a mi primer enamoramiento: la vi a los ojos y me quedé prendido del alma de esa niña, pero la cambiaron de colegio y más nunca la vi. De eso han pasado casi 40 años y siempre tuve presente en mi memoria esos ojos que me derritieron y que nunca pude olvidar a pesar de que después vinieron otros amores. Ayer la vi otra vez y está igual, con muchos años encima como a mi pero esa alma parece que estuviera ahí intacta, tal como cuando la ví hace cuatro décadas. Pero ya es tarde para mí porque está casada, sin embargo ella fue mi primer amor y la confirmación de que éste nunca se olvida.
Cuando miro hacia atrás todos los años que han pasado y me detengo a mirar hacia mi interior, sigo escuchando la risa y sintiendo la alegría de aquel niño soñador, curioso y vivaz que una vez fui ¿Qué estoy diciendo? ¡Sigo siendo todo eso! Ese niño que se levantaba en las mañanas queriendo escuchar la voz de sus primos cerca, sus gritos, sus carcajadas, sus invenciones y la complicidad de las travesuras que hacíamos juntos siguen palpitando dentro de mi.
Es por eso que cuando veo un niño así no lo conozca mi primer impulso es protegerlo de algún mal o peligro que aceche, todo porque tuve a mi lado a buenos hombres y mujeres que me enseñaron con su ejemplo a ser siempre mi mejor versión en todo, a nunca rendirme a la tentación de ser un ignominioso y a mantener en alto la dignidad y la fortaleza que hoy día, como hombre adulto, siento que tengo dentro de mi ser.
Todos ellos viven dentro de mi. Espero haber estado a la altura de sus expectativas.
Los amo a todos.
Junto a Nina, mi madrina, quien me introdujo a los valores cristianos y marianos.
Todo el material de redacción provisto es original para SteemIt. El material fotográfico proviene de nuestro álbum familiar.
Con atención a @javima @santamorillo @felixrodriguez
Hola amigo @bostonblake que recuerdos más gratos nos has compartido hoy mediante está publicación..una infancia muy divertida rodeado de tus seres queridos.
Que bueno que hoy en día valores la crianza y los principios que te enseñaron de niño y es muy cierto lo que dices..ya los niños de hoy en día casi no tienen imaginación, así que se podría decir que tuvimos una infancia privilegiada llena de juegos al aire libre y sin tanta tecnología.
Te deseo muchos éxitos
Gracias amiga
Hola @bostonblake que bellos recuerdos de tu infancia, me identifique mucho con los juegos y los primos, recordar es vivir.
Bendiciones..
#affable #venezuela #onepercent #twopercent
Que hermosa infancia @bostonblake y hermosa historia de tu vida con mucho amor y aprendizajes.Gracias por la invitación.
#venezuela #affable