Cuenta el que una vez en el año 1948 en tiempos de semana santa, le toco acompañar a su papá para el velorio de un familiar que vivía en un pueblo cercano pero que había que pasar por sitios tenebrosos, él nos cuenta que iban en una bestia y de pronto el animal, se encabresto porque se escucharon unos gritos inmensos y escalofriantes de una mujer sollozando y al mismo tiempo el llanto de un niño eso era aproximadamente como a las 12 de la noche, el decía que no aguantaba el miedo sobre todo cuando la mula, se espanto y estaba muy inquieta pero no se atrevía decirle nada a su papá de lo nervioso que estaba para que no lo regañaran y lo llamara haragán, para colmo los perros que los acompañaban empezaron aullar y a ladrar de una forma desenfrenada eso lo puso más angustiado osea estaba loco de miedo.

Mi abuelo nos cuenta que su padre le dijo: “Hijo esa es la llorona, que esta arrepentida de haber matado a su hijo”, y nosotros lo que hicimos es apurar el paso pero cuando casi llegábamos al pueblito escuchamos el tronar de otra bestia que se acercaba, era un hombre que venía de los lados del velorio pero a medida que se acercaba se iba poniendo más chiquito y de pronto la bestia apareció sola sin jinete pero venia un animal con un perro al lado, era el hombre convertido en ceretón que quería hacerles una mala jugada, mi padre se dispuso a rezar.