Apreciados lectores, soy como dicen por allí: de buen diente, como hasta piedras y muy pocas cosas (poquísimas) me caen mal, excepto la linaza…siii, la linaza. Lo escribo así ya que puedo ver la cara de extrañeza que colocan muchos cuando se los menciono. La linaza tiene fama de ser muy buena, hasta medicamentosa, pues yo no la tolero, no porque no me guste su sabor, sino porque me causa vómitos tan grandes y rápidos que hasta que no vote de mi estomago la ultima semilla no terminan.

En una oportunidad harán doce años ingerí linaza para adelgazar, (un mito urbano hay al respecto) inesperadamente comencé a vomitar, pero jamás se lo achaqué a la citada semilla, es mas se determinó que fue un virus, en esa primera ocasión. . Al día siguiente y como era para perder peso (supuestamente) volví a tomarla en ayunas y de nuevo desencadenó la vomitadera. Algún tiempo más tarde, en casa de unos vecinos me ofrecieron una taza de avena caliente (me encanta) con mucho agrado me la tomé, a los pocos minutos empecé a vomitar, entonces le pregunté a la señora que otra cosa le había adicionado a la avena y me dijo: yo le hecho una cucharadita de linaza…!Dios¡ definitivamente era intolerante a ella...o adelgazar?... Para la reflexión…

No tengo ninguna patología gastro intestinal, como frituras, patacones, tumba ranchos zulianos sin problemas alguno, mientras no tengan rastros de linaza jajá. De niña me enseñaron a comer de todo, en Maracaibo comemos algo pesado y se nos va haciendo el estomago (hacia decía mi abuela) lo que nunca pudieron conseguir de niña fue que comiese fue Cajuil (en algunas partes le dicen marañón) es una fruta que al morderla deja una sensación de astringencia en los dientes y en toda la boca en general, por tanto esa sensación desagradable que solo viví una única y primera vez nunca más la he comido, no me gusta ni olerlos.

Gracias respetada y muy estimada @mariami por la iniciativa tan singular y la motivación a escribir que siempre es buena.

Invito a: @ennysdelgado @jswit @rashel